Femicidio de Inés Pianalto: el imputado no declaró y lloró al escuchar la acusación

Aldo Guari, de 55 años, se negó a declarar en el inicio del juicio por el brutal asesinato de su expareja Inés Pianalto, de 45 años, ocurrido en octubre de 2019 en el barrio Quintana de la capital correntina.

El debate se realiza en el  Tribunal Oral Penal N° 2 de Corrientes y ayer se realizó la lectura del requerimiento de elevación a juicio y se le hizo conocer al acusado las pruebas que existen en su contra.

El entonces sereno de una delegación municipal que está acusado del delito de homicidio agravado por el vínculo, lloró al observar las imágenes que se le exhibieron de la escena del crimen en la pantalla de la sala.

Cuando se le preguntó si iba  declarar, tomó un par de tragos de agua de un vaso y con profunda congoja dijo que por el momento no lo haría.

Los que sí comparecieron fueron dos de sus siete hijos.

Los jóvenes contaron que acudieron a la delegación municipal donde trabajaba su padre porque se habían enterado de que su madre estaba allí. Cuando llegaron no pudieron entrar porque la puerta de la cocina estaba con llave. Se retiraron y al volver pudieron ingresar porque un hermano de ellos logró abrir.

Al entrar se encontraron con su madre y su padre en el suelo.

“Había sangre por todos lados y cuando toqué a mi madre la sentí fría, por lo que me di cuenta que estaba muerta porque tenía muchas heridas”, dijo uno de los testigos.

“Pensé que mi padre también estaba muerto porque sangraba mucho en el cuello, pero en un momento lo vi moverse por lo que llamamos a la ambulancia”, precisó uno de los hijos.

El juicio continuará el próximo 27 de octubre con el testimonio de cuatro testigos más. Si esa audiencia se desarrolla con normalidad, el 10 de noviembre se realizarán los alegatos y posterior lectura de sentencia.   

El femicidio se produjo el 29 de octubre de 2019 cerca de la medianoche en la delegación municipal del barrio capitalino Fray José de la Quintana.

De acuerdo a la pesquisa, Guari se desempeñaba como sereno. Su esposa Inés Pianalto había iniciado los trámites del divorcio, ya que se encontraba en una relación amorosa con otro hombre. Vivía a dos cuadras de la delegación ubicada por calle Toledo al 500, así que todas las noches le acercaba la cena al padre de sus hijos. Se produjo una discusión porque el acusado le pidió volver a estar juntos. Ella se negó nuevamente y Guari la atacó violentamente. 

El femicida la golpeó y con un machete y un cuchillo le produjo cortes y puntazos en diferentes partes del cuerpo.

 La mujer intentó escapar y empezó a gritar para que los vecinos la ayudaran. Guari la apuñaló tres veces en el cuello y Pianalto murió desangrada en el lugar. El agresor, tras el femicidio, quiso quitarse la vida y se produjo un tajo en el cuello. Tomó el celular y llamó a uno de sus hijos y le dijo que su madre estaba muerta. Los chicos llegaron corriendo al lugar y se encontraron con la espantosa escena. 

Los gritos de la mujer cuando era atacada alertaron a vecinos de la zona, quienes dieron aviso a la Policía a través del servicio de emergencias 911.

Los efectivos llegaron al lugar y se encontraron con un escalofriante escenario: la mujer tirada en el suelo en un gran charco de sangre sin signos vitales y al hombre malherido. Guari fue auxiliado y derivado al Hospital Escuela, donde permaneció internado con custodia policial hasta que pudo recuperarse.

Cuando cometió el femicidio, se pudo conocer que el acusado tenía una restricción ante una causa por supuesto abuso sexual y una exclusión del hogar conyugal. Quedó en libertad tras la denuncia de abuso, en septiembre de 2019, y fue a vivir a una casa del barrio Nuevo.

 (NG)