La construcción de la represa Aná Cuá, la mayor obra de infraestructura energética del país, cumplió ayer 16 meses. Argentina y Paraguay llevan adelante la construcción de la central.
El camino hasta la actualidad conlleva trabajo en tres turnos, detonaciones controladas, el montaje de una planta para fabricar un hormigón eterno en la obra y sobre el puente internacional que representa el lomo de la presa de Yacyretá, el triple de movimiento de camiones para transportar insumos y hasta partes de turbinas.
En esa excavación, la más profunda, ya se puede ver hormigón, el corazón de la obra civil para alojar a las tres turbinas Kaplan que convertirán el paso del agua del río Paraná por 3 vertederos en energía renovable.
Por su parte, la Entidad Binacional Yacyretá, ayer al cumplirse los 16 meses de tareas realizó un repaso en el que destacó que finalizaron “las explosiones controladas en la excavación, instalamos sistema de puesta a tierra, construimos las estructuras del canal de restitución, las plantas trituradoras funcionan al 100 %, se está por montar la planta de hielo y estamos colocando las grúas torre pórtico”.
“Además —añadieron— se encuentran activos los tanques australianos y la nave de montaje está en su etapa final”.
Octubre también fue el mes en el que llegaron los primeros componentes de las turbinas, “marcando un hito y el comienzo de la segunda etapa de las obras de maquinización de Añá Cuá”, explicaron.
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