El miércoles último, Chile expulsó a 138 inmigrantes, en su mayoría venezolanos y colombianos, aunque también peruanos y bolivianos, que ingresaron al país de manera irregular, una medida que fue rechazada por diversas organizaciones de derechos humanos ya que estaría violando los tratados internacionales de protección a refugiados. Un avión con ciudadanos colombianos y venezolanos partió el miércoles desde la norteña ciudad de Iquique, donde fueron llevados inmigrantes que cruzaron de forma irregular por pasos no habilitados entre Bolivia y Chile, en pleno altiplano andino. Los bolivianos y los peruanos regresan en ómnibus a sus países, limítrofes con Chile. La decisión de las autoridades chilenas se produjo luego de que la localidad norteña de Colchane, con una población de 1.700 habitantes y fronteriza con Bolivia, reportara un colapso general tras la llegada de miles de migrantes durante los últimos días.
El procedimiento fue ejecutado días después de que el presidente Sebastián Piñera firmara el decreto 265, que facultó a las Fuerzas Armadas para participar en las labores de control de la inmigración irregular. Las fronteras de Chile están cerradas de manera preventiva debido a la pandemia del coronavirus.
(EN)
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