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/Ellitoral.com.ar/ Deportes

Murió de covid-19 un campeón del mundo que jugó en Boca Unidos

Se trata de Leopoldo Jacinto Luque, quien estaba internado en Mendoza. Fue un destacado goleador que brilló principalmente en Unión y River. Con la Selección logró el título del Mundial de Argentina 78. En el último tramo de su carrera, pasó por el Aurirrojo correntino. 

Leopoldo Jacinto Luque, quien falleció ayer a los 71 años por coronavirus en una clínica de Mendoza, dejó un paso imborrable en el fútbol argentino con goles memorables en el seleccionado argentino, con el que fue campeón del Mundo en 1978, en River Plate y Unión de Santa Fe; entre otros clubes que lo identificaron como un goleador implacable y de temple gigante por diversos factores que se presentaron durante su vida.

El exdelantero, que en el tramo final de su carrera pasó por Boca Unidos, falleció en la clínica de Cuyo, en Mendoza, donde estaba internado desde el 4 de enero pasado a causa de covid-19.

 Luque estaba alojado en una sala de terapia intensiva, adonde llegó tras haber contraído la covid-19, un cuadro que se complicó por su condición de paciente de alto riesgo, con patologías cardíacas y diabetes.

Según señalaron las autoridades de la clínica, hasta el viernes pasado estaba con parámetros normales y se había decidido despertarlo paulatinamente. Sin embargo, sufrió una arritmia y los médicos tuvieron que volver a dormirlo.

El ex campeón sufrió en la mañana de la víspera un paro cardíaco, del que fue recuperado por los profesionales de la salud que lo asistieron. Pero el daño era irreversible a nivel neurológico y no soportó el cuadro general, por lo cual falleció por la tarde.

Sus inicios

Luque nació en la ciudad de Santa Fe el 3 de mayo de 1949 e inició su carrera en Unión en 1965. Alternó en distintos clubes como Sportivo Guadalupe, Gimnasia y Esgrima de Jujuy, Central Norte de Salta, Atenas de Santo Tomé y Rosario Central, hasta 1972; momentos difíciles que forjaron su carácter como jugador.

Entre 1973 y 1975 realizó una gran campaña en su vuelta a Unión, que lo había dejado libre y lo reincorporó para el ascenso a primera en 1974.

Su paso por River

El buen desempeño de Luque acaparó la atención del River de Ángel Labruna, que en agosto de 1975 cortó la racha de 18 años sin campeonatos con el Metropolitano.

El Pulpo, con 26 años, se integró a un plantel plagado de figuras como Norberto Alonso, Juan José López, Ubaldo Fillol y Roberto Perfumo, aliviado por la obtención del título tan deseado como postergado, y tuvo un bautismo de fuego en el Superclásico ante Boca Juniors el 21 de septiembre de 1975.

Ese día, Luque hizo el gol del triunfo para el 2-1 en la mismísima Bombonera. Curiosamente, otros dos correntinos marcaron las restantes anotaciones: Pedro González abrió el marcador para River y Hugo Paulino Sánchez descontó en el final para Boca.

Al debut auspicioso en River le siguieron más goles y títulos. Sobre un total de 176 partidos anotó 75 tantos, con definiciones variadas, algunas maravillosas, y ganó cinco campeonatos: Torneo Nacional (1975 y 1979) y Torneo Metropolitano (1977, 1979 y 1980).

Su mejor partido en el club de Núñez lo tuvo el 22 de febrero de 1976, cuando convirtió cinco goles ante San Lorenzo para el lapidario 5 a 1.

En la Selección

La estirpe goleadora se trasladó al seleccionado argentino cuando fue el máximo artillero de la Copa América de 1975 con cuatro tantos, junto con el colombiano José Ernesto Díaz.

Con los años gloriosos en River se ganó un lugar para la cita más importante a la que un futbolista puede aspirar. El entrenador César Luis Menotti lo convocó para el Mundial de Argentina 1978 y Luque aportó lo suyo.

Ese campeonato del mundo representó su mayor alegría futbolística, pero en el medio sufrió una pérdida enorme. Ante Francia jugó uno de los mejores partidos de su carrera, según el propio Luque en entrevistas, en donde anotó el 2-1 que le dio la clasificación al equipo de Menotti a la segunda ronda. En ese partido sufrió una luxación en el codo, pero terminó el partido en cancha a pesar del dolor.

Sin saberlo, esa mañana su hermano Oscar, quien tenía 25 años, falleció en un accidente automovilístico cuando viajaba desde Santa Fe hacia Buenos Aires para presenciar el partido en el Monumental.

Luque se enteró al día siguiente. Sus padres se lo contaron y en el medio del Mundial se encargó de llevar el cuerpo de su hermano a Santa Fe. Tras unos días de duelo, volvió al plantel para el tramo final, camino a la consagración eterna.

El Pulpo recibió un golpe emocional durísimo y sufrió más infracciones despiadadas durante los partidos, como el codazo del brasileño Oscar y el golpe del neerlandés van de Kerkhof, pero se mantuvo estoico y de pie.

Luque marcó cuatro goles en Argentina '78 y quedó a dos del crack Mario Alberto Kempes, quien se consagró máximo goleador con seis.

El tramo final

Tras su exitoso paso por River, el delantero campeón del mundo volvió a Unión (1981) y continuó su carrera en Deportivo Tampico de México (1981), Racing (1982), Santos de Brasil (1983), Boca Unidos de Corrientes (1983-1984), Chacarita (1984) y Deportivo Maipú (1986).

Poco después de su retiro tuvo su rol como entrenador en equipos como Unión, Central Córdoba de Santiago del Estero, Belgrano de Córdoba, y Deportivo Maipú, Gimnasia y Esgrima, Independiente Rivadavia y Argentino, estos últimos cuatro todos de Mendoza

El mundo del fútbol lo recordará como el goleador de los bigotes, de buen trato, cordial saludo y de espíritu luchador hasta el último día de su vida.

Su paso por el Aurirrojo correntino

Prácticamente retirado después de la mala experiencia que tuvo de su paso por Racing Club, Leopoldo Jacinto Luque volvió a calzarse los zapatos de fútbol para jugar con Boca Unidos el torneo Regional 1983/84. 

Luque fue tentado por Francisco “Pancho” Sá, que dirigía técnicamente al equipo Aurirrojo, que tenía por objetivo clasificar al torneo Nacional de 1984.

Entrevistado por el colega Walter Di Santi, el santafesino recordó que la contestación fue: “Si conseguís el pase (pertenecía al Deportivo Tampico) voy a jugar”. Boca Unidos logró convencer al equipo mexicano, que accedió a cederlo.

El equipo correntino se quedó sin sobresaltos con la Zona 5, subzona B. Ganó 8 de los diez partidos que jugó, dejando atrás a Guaraní de Paso de los Libres y Guaraní Antonio Franco.

La final por la clasificación fue ante Unión de General Pinedo, vencedor de la subzona A. El primer partido disputado en el interior chaqueño fue 0 a 0, y en la revancha accidentada jugada en Lipton (se cayó una tribuna), el resultado favoreció a la visita 4-3.  

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