River se exigió al máximo ayer para vencer a Platense con un ajustado 1 a 0 en Vicente López, por la tercera fecha de la Zona A de la Copa de la Liga Profesional.
El delantero cordobés Matías Suárez marcó el único gol del encuentro, que tuvo la despedida de Daniel Vega, las lesiones de Rafael Santos Borré y Javier Pinola (se fracturó el brazo derecho) y las atajadas de Franco Armani que sostuvieron la victoria de River.
El "Millonario" obtuvo la segunda victoria en fila luego de su fallido inicio con derrota ante Estudiantes La Plata, y Platense, que venía de ganar el clásico ante Argentinos en su vuelta a primera división después de 22 años, demostró que puede darle pelea a cualquier equipo.
River ejerció el dominio desde el inicio con juego fluido, con proyección por las bandas, especialmente en la izquierda con Angileri y un participativo De La Cruz que tuvo la apertura con la ejecución de un tiro libre que pegó en el palo.
La ausencia de Montiel se notó en River porque Vigo no tuvo un buen debut, con pocas prácticas encima.
En el segundo ataque a fondo, River se puso en ventaja. De La Cruz recuperó en el medio, hizo una gambeta y habilitó a Suárez para que el cordobés defina cruzado al segundo palo del arquero De Olivera.
Platense salió de la presión de River de a poco. El calor en la tarde de Vicente López hizo mella en la intensidad física que generalmente propone el equipo de Gallardo y el partido se emparejó.
River, sin tanta posesión de la pelota, tuvo dos situaciones más un cabezazo de Carrascal y una gran tapada de De Olivera ante Suárez.
El Calamar convirtió luego de que a Armani se le escapara la pelota de las manos tras un tiro libre, empujando Recalde la pelota a la red. Sin embargo, la jugada fue anulada por posición adelantada.
El primer tiempo tuvo de todo: el gol de River, la despedida de Daniel Vega y las lesiones de Borré (al minuto de juego) e Infante.
En la segunda etapa, River necesitó de algunos cambios para recuperar el juego perdido. Palavecino apuntaló esa idea junto con los estrenos de Paradela y Fontana, mientras un cabezazo de Suárez y un remate del propio Palavecino, exPlatense, exigieron a De Olivera.
La lesión de Pinola (fractura del antebrazo derecho) generó congoja en sus compañeros y algunas falencias en la última línea que Platense estuvo cerca de aprovechar, de no haber sido por Armani.
El arquero del seleccionado argentino tapó un mano a mano ante el ingresado Curuchet y extendió la mano derecha para desviar el cabezazo de Recalde que tenía destino de gol, a falta de diez minutos.
River no lo definió antes, se pinchó futbolísticamente y Platense se animó y avanzó unos metros en la cancha, aunque sin la profundidad necesaria para inquietar al equipo de Gallardo en un partido que se le presentó cómodo al inicio, pero en el que terminó muy ajustado.
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