El sábado por la noche un conocido hotel de la ciudad realizó una fiesta, donde gran cantidad de jóvenes sin ningún tipo de resguardo sanitario, bailaron hasta altas horas de la madrugada.
El evento fue organizado en conjunto por una productora independiente llamada Manki Group y el hotel La Alondra, ubicado por la avenida 3 de Abril al 827.
Fue denominado como “Zuhause” y contó con un dj de música electrónica oriundo de Buenos Aires.
Según trascendió, de la fiesta electrónica en el hospedaje participaron entre 70 y 250 personas, pero tal información no pudo ser confirmada, ya que no hubo intervención de los organismos oficiales dispuestos de contralor confirmaron a El Litoral.
Si bien no se registraron denuncias formales ni la intervención de la Policía de Corrientes o de los inspectores municipales, el caudal de quejas fue canalizado por redes sociales.
Los usuarios reclamaron fuerte la supuesta “irresponsabilidad” de organizadores y asistentes en el medio de un contexto sanitario de urgencia y con la provincia en situación de alerta por la segunda ola y la presencia de cepas brasileñas.
Actualmente, Corrientes no cuenta con ningún protocolo que permita a los asistentes de un evento bailar ni permanecer parados.
Por el momento, todos los eventos que cuenten con música en vivo, siguen rigiéndose por el protocolo diseñado para el sector gastronómico.
Tal reglamento, llevado a cabo por la Secretaría de Desarrollo Económico municipal establece medidas para el funcionamiento de los locales que funcionan como bares y restaurantes.
Los operarios municipales del organismo de contralor luego hacen las recorridas para determinar la existencia de infracciones, valiéndose de las medidas generadas por la Secretaría de Desarrollo.
Si bien La Alondra cuenta con la habilitación municipal para funcionar como hotel y como bar, durante el evento del sábado habrían incumplido el protocolo gastronómico al que están obligados a atenerse.
Este dicta que los asistentes deben permanecer en sus burbujas sociales sentados y sólo pueden levantarse para ir a los sanitarios, momento en el cual deben colocarse sus barbijos.
Sin embargo, registros online de la fiesta mostraron que, si bien las burbujas estaban dispuestas, los invitados bailaron sin barbijos, sin distanciamiento en una improvisada pista frente a un escenario en el patio del hospedaje.
Se trata de un patio interno pequeño, a diferencia de predios amplios que ya se encuentran funcionando y realizan espectáculos musicales para 400 personas en los que se respetan los protocolos designados.
Desde la Cámara Provincial de Empresarios de Eventos de Corrientes advirtieron que tanto la organización de eventos que incumplen la normativa como las fiestas clandestinas, suponen una competencia desleal para con los dueños de salones que se esfuerzan por mantener las medidas de seguridad e higiene y el cumplimiento de las disposiciones establecidas para el sector.
Con la situación de alerta frente al aumento de casos registrados durante las últimas semanas y que vaticina la segunda ola, la irresponsabilidad de los jóvenes se suma como un factor crucial.
(ME)
