San Lorenzo y Huracán jugarán hoy en el Nuevo Gasómetro una nueva edición del clásico porteño que, por distintas razones, se presenta con un elevado costo para cualquiera de los dos entrenadores en caso de una derrota. Este partido interzonal de la cuarta fecha se jugará desde las 21.30, con arbitraje de Facundo Tello.
Tanto Diego Dabove, DT azulgrana, como Israel Damonte, conductor del Globo, necesitan un buen resultado para recobrar vigor en el cargo después de los malos resultados recientes.
En el caso del ex Argentinos Juniors, la victoria en casa surge indispensable después del papelón de la fecha anterior por la goleada de Central Córdoba de Santiago del Estero (4-0) en el Bajo Flores. Las pruebas realizadas esta semana indicaron que el técnico de San Lorenzo hará siete modificaciones en el equipo, pero en ninguna de ellas ingresa el paraguayo Óscar Romero, uno de los preferidos por los hinchas.
En cambio, sí estarán desde el inicio los correntinos José Devecchi (arquero) y Andrés Herrera (defensor).
Huracán arriba al clásico con un presente más delicado: el equipo acumula ocho partidos sin ganar y Damonte podría pagar con su puesto en caso de una derrota en el Nuevo Gasómetro, un reducto históricamente adverso para el Globo.
En esa sequía, Huracán perdió cinco partidos y sufrió la eliminación de la Copa Argentina al caer por penales con Sportivo Estudiantes de San Luis, club del Torneo Federal A.
Para visitar el Pedro Bidegain, estadio en el que ganó solamente una vez (1-0 en 2001 con gol de Emanuel Villa), Damonte no contará con su arquero titular Facundo Cambeses -operado en su mano derecha- ni con el goleador Andrés Chávez, que se desgarró el lunes pasado en el empate inconcluso con Atlético Tucumán (1-1).
San Lorenzo domina ampliamente el historial en el profesionalismo con 34 partidos de ventaja (82-43-45); sin embargo, lleva cinco partidos sin vencer a Huracán y atraviesa la peor racha de su historia sin convertirle goles (363 minutos).
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