Retiran entre 6 y 7 caballos de la vía pública por día y los dueños son siempre los mismos

Entre seis y siete caballos son retirados de la vía pública por operarios municipales, y a pesar de las multas, los dueños reinciden en la infracción. 

La cantidad es una cifra estimada por el personal de la Comuna que, día a día, atiende los reclamos de los vecinos que informan sobre la presencia de los equinos en sus veredas y calles. 

La presencia de caballos sueltos es una postal común, especialmente en los barrios, y tras la detección de los equinos deambulando por la ciudad, sus dueños son sancionados. 

De acuerdo con los operarios consultados, los animales casi siempre resultan pertenecer a las mismas personas.

La mayoría de las veces no son secuestrados, ya que generalmente se conoce a los dueños de los caballos. Solo se los saca de la vía pública y son devueltos a sus propietarios, que son sancionados con una multa que varía de acuerdo con los casos.

De ser otro el caso, los inspectores labran actas de secuestro y luego el personal municipal se encarga de comunicar la infracción al Tribunal de Faltas. 

Juan Acinas, subsecretario de Tránsito y Seguridad Vial, indicó a El Litoral que no hay un registro exacto que permita precisar la cantidad diaria de caballos que son retirados de las calles de la ciudad. 

Acinas explicó que “el trabajo es intenso, pero todos los días se dan casos diferentes y los números pueden variar. En algunas oportunidades andan solos; en otras, en tropilla”.

“Recibimos reclamos a través de la línea 0800 municipal”, dijo el funcionario.

Indicó también que los operativos pueden surgir durante patrullajes, ya que cualquier inspector que se encuentra en la calle y detecta un animal en la vía pública puede dar aviso a la división de animales sueltos para que esta proceda. 

Desde el 2019 se encuentra habilitado un predio en el barrio Esperanza para trasladar a los caballos y yeguas que deambulan por las calles y, de esa manera, reducir la posibilidad de accidentes y complicaciones en la vía pública. 

Generalmente los animales son liberados para que pasten, debido a que sus dueños no tienen los medios para facilitarles alimento. 

Al recorrer las calles de la ciudad en busca de comida, los animales comprometen la seguridad vial. 

Además de ser un riesgo para el tránsito, los equinos se alimentan de basura, que perjudica notablemente su salud. 

(ME)