El locro patrio se agotó en toda la Capital, con un alto número de reservas

El plato de locro, un ícono de los festejos patrióticos de la Argentina, no faltó en la mesa de las familias correntinas, que celebraron ayer un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo.

Como ocurre en cada fecha patria, los puestos de ventas de loco abundaron en toda la capital correntina. Algunos se dedican habitualmente a la comercialización de comida, y otros se limitan a instalarse de forma exclusiva para este tipo de conmemoración tradicional, a sabiendas de que habrá mucha demanda por parte de los vecinos. 

De acuerdo a un sondeo realizado por El Litoral, fueron más de cuarenta los puntos de venta en que los correntinos y las correntinas pudieron comprar el famoso locro, infaltable en los festejos del día de la patria.

Locales de comida, emprendedores o familias que resguardan la receta del icónico plato se dedicaron a ofrecerlo en comercios, en sus casas o en las calles.

Con la consigna de “traer un recipiente”, vendieron las porciones a precios que fueron desde los $200 hasta los $350.

Precios significativamente más elevados se registraron en locales de comida “gourmet”, que llegaron a ofrecer la porción a $500 o $600. 

Según vendedores consultados por El Litoral, la mayor parte de ellos trabajó con reservas. 

En tal sentido, Natalia, quien vendió 50 porciones, indicó que solo trabaja con pedidos previos, porque “con la situación económica uno no se puede arriesgar a hacer de más”. 

Según consignó, para la totalidad de los cocineros que se empeñaron ayer en la comercialización del locro patrio, el nivel de ventas fue muy bueno y lograron vender todas las porciones elaboradas. 

Algunos hasta debieron cerrar más temprano porque les hizo falta locro. 

Las casas de comida fueron quienes más porciones vendieron. Sus propietarios detallaron que la cifra rondó las 200 porciones. 

Walter, quien todos los fines de semana se dedica a cocinar pollo al espiedo, se embarcó por primera vez en la venta del plato patrio.

Fue de los pocos que no adoptó la modalidad de reservas, e indicó que solo tuvo alrededor de 15 compradores. 

Sin embargo, se agotó la comida en menos de una hora.

“Arrancamos a las 12.30 y para la 1.10 ya había vendido todo, por lo que tuve que cerrar el negocio”, contó Walter, que vendió noventa porciones. Por otro lado, el locro no fue la única comida protagonista de la jornada. 

También se registraron buenos niveles de venta de pastelitos y empanadas, dos comidas tradicionales de la fecha patria.