El río Paraná se estacionó en el metro y empezaron los problemas de exportación

La Prefectura Naval Argentina registró ayer al mediodía la altura de 1,07 metro del río Paraná en la ciudad de Corrientes, una marca sin sobresaltos desde hace una semana. Las esperanzas están puestas en las lluvias de Brasil para que el caudal vuelva a crecer.

Mientras tanto, ya se registraron problemas y disminución en los cargamentos para la exportación. En los puertos del Gran Rosario cada barco está resignando entre 4.500 y 5.500 toneladas (un 10% de la carga total de un barco), según alertan en el sector agroindustrial y temen que el problema se agrave.

Otro de los aspectos que ya fueron advertidos por especialistas de la Universidad Nacional del Nordeste es la situación de la fauna íctica del Paraná. “Pudimos comprobar que hubo muy buena reproducción. El problema es cuánto van a sobrevivir esos peces. Sabemos que hay animales chicos, pero no en buena cantidad como cuando hay creciente”, explicó a El Litoral el subdirector del Instituto de Ictiología del Nordeste (Inicne), Sebastián Sánchez. Esta semana se le sumaron un grupo de ambientalistas y pescadores deportivos, que solicitaron a la Dirección de Recursos Naturales de Corrientes la mayor restricción posible a la actividad pesquera local. 

Por su parte, desde el Ministerio de Turismo respondieron que ya está vigente una veda extendida, que implica la pesca y devolución para los deportivos y restricciones de días y horarios para los comerciales.

Si bien en el sector agroindustrial no se advierte todavía la bajante del Paraná como una urgencia, ya están en alerta. Para Luis Zubizarreta, presidente de la Cámara de Puertos Privados Comerciales, es un asunto que preocupa pero aún no lo tienen “como inminente”. 

(IB)