Casos de famosos y contactos con fantasmas

Por Francisco Villagrán

villagranmail@gmail.com

Especial para El Litoral

No es novedad que apariciones fantasmales ocurran en todo el mundo, pero cuando los afectados son figuras del espectáculo, artistas o actores mundiales, la cosa cambia, ya que su testimonio es considerado como muy importante por su condición. Veamos algunas de ellas:

El actor británico Hugh Grant está convencido de que en su mansión de Los Angeles, vive el espíritu de una estrella del cine, fallecida hace más de 25 años. Se trata de la mismísima Bette Davis, que por las noches, según los testimonios, se dedica a gritar y a mover muebles y cosas de la casa. Él dice haber visto algunas veces el espíritu, pero no tiene miedo, ya está acostumbrado a este tipo de fenómenos que no lo afectan.

La modelo alemana Claudia Schiffer, debió dejar imprevistamente su casa de Inglaterra, a causa de la aparición del espíritu de una mujer llamada Penélope, que se dejaba ver por toda la casa, llorando y gritando, especialmente por las noches. Ante esta situación insostenible, la modelo decidió dejar la casa cuanto antes. A su vez, el actor Nicolás Cage, es perseguido por espíritus en cualquier lugar que esté, según lo que cuenta. La primera vez que tuvo una experiencia de este tipo fue en la casa de su tío, el famoso Francis Ford Cóppola, donde pudo ver muchos espíritus de personas ya fallecidas, algunas conocidas por él y otras no. Para algunos es víctima de una maldición y para otros es un médium sensitivo. También Lady Gaga prácticamente convive con el espíritu de una hermana de su padre, es decir su tía, que murió a los 19 años y con quien ella mantiene habituales contactos. No tiene miedo de esto y lo toma con mucha naturalidad. “Por qué voy a tenerle miedo si es mi tía”, afirma segura.

El famoso actor británico Pete Dohtyer huyó prácticamente a París después de notar que a menudo, en su departamento londinense, aparecía la figura de su difunta amiga Amy Winehouse. Pete aseguró haberla visto varias veces, imágenes terroríficas de su amiga en el dormitorio, gimiendo y llorando, por lo que sin dudarlo mucho decidió mudarse a otra casa. La actriz Salma Hayek reveló que su pequeña hija Paloma, vio varias veces en su casa fantasmas, y hasta le hablaron en varios idiomas. En una ocasión la niña, mirando fijamente hacia el rincón de una habitación dijo, como contestándole a alguien “No,no, au revoir” (adiós en francés). Esa vez me asusté mucho –cuenta- y le dije: “Vete, quien quiera que seas, adiós, este no es tu lugar, au revoir”. La imagen, apenas perceptible, desapareció en ese momento.

El cantante Sting era un escéptico de todas estas cosas, hasta que vio objetos que se elevaban en el aire y volaban, escuchando además fuertes gritos en varias ocasiones, en la quietud de la noche. “Una vez me desperté a la madrugada –cuenta- y vi ami mujer, que murió hace unos años, parada en un rincón de la habitación mirándome fijamente. Me asusté pensando que era un ladrón y prendí la luz, la imagen desapareció en ese momento. Por supuesto que ahora creo en todo esto. El actor Keanu Reeves dijo que siempre tuvo la capacidad de ver espíritus e incluso hablar con ellos. Reconoce que puede ver a su novia Jennifer, que murió en un accidente hace 15 años y esto sucede muy a menudo.

Increíble caso de González Oro

Entre los hechos más sorprendentes está el del famoso locutor radial y de TV Oscar González Oro, el “Negro” como lo llaman, quien fue noticia hace pocos años cuando según su testimonio, reconoció que salvó su vida milagrosamente luego de una llamada “del más allá” de su madre que había fallecido hace poco. “Una vez –cuenta- regresando de trabajar luego de una intensa jornada, estaba bastante cansado y me quedé dormido mientras manejaba, yo siempre pongo el celular en el asiento de al lado. En ese momento sonó el teléfono y me desperté, justo cuando se me venía un camión encima, de frente.”

El locutor, nervioso y temblando, como es de suponer después de eso, intentó prender un cigarrillo pero no pudo. Un policía que había visto todo se acercó y le preguntó si estaba bien y le contestó que si. Una vez que el policía se alejó, el locutor miró su celular para ver quién era el que lo había llamado y allí descubrió con sorpresa, que el número que figuraba en su celular, era el de la casa de su madre en Pinamar. El pequeño detalle que faltaba decir era que su madre había fallecido el 8 de diciembre del año anterior. Sorprendido y confundido por todo lo que estaba pasando, llamó a ese número, pero nadie atendió. “Cuando averigüé los detalles, descubrí que nadie había estado en la casa después de la muerte de mi madre, estoy seguro que mi vieja me llamó y me salvó la vida, no hay otra explicación. Para aclarar más las cosas al día siguiente fue a la empresa telefónica y me confirmaron que el teléfono estaba bien y la única llamada que registraba desde hace meses, fue justamente la que salió de allí y sonó en su celular. Además se chequeó la hora y se comprobó que era la misma hora que él recibió la llamada en su celular. 

En Corrientes

No podía ser menos Corrientes, ciudad que tiene una increíble tradición en leyendas y aparecidos de todo tipo. Hace más de un siglo, el irlandés Patricio Fitz Simmons, fue designado para ocupar el cargo de rector del Colegio Nacional “General San Martín” de la ciudad de Corrientes, puesto en el que luego fue sucedido por su hijo Santiago. Imprevistamente, el 4 de mayo de 1871, Fitz Simmons y su mujer, murieron víctimas de la epidemia de fiebre amarilla que azotó Corrientes y ello generó un sentido duelo público, pues ambos, en especial Patricio, eran muy queridos y apreciados por toda la gente.

Cuenta la leyenda que el director del Colegio San Martín, “nunca se fue”, vivió y sigue habitando en los viejos pasillos y salones del colegio, lugar que amaba mucho y donde transcurrió gran parte de su vida. Allí fue visto en muchas ocasiones por profesores y alumnos, recorriendo las instalaciones del colegio. 

Su viejo piano aún hoy sigue sonando en ocasiones en el silencio de las noches oscuras o al atardecer de las noches de otoño o invierno o aún a la mañana temprano, antes de la entrada de los alumnos a clase. Esto fue corroborado por profesores, alumnos, docentes y administrativos de la institución a través de muchos años. Muchos ya están acostumbrados a estos hechos y no le dan mucha importancia, tomándolos como normales. Pero de ocurrir, ocurrieron y ocurren. Más que una leyenda urbana son una realidad innegable que sucede en nuestra ciudad.