El refugio San Juan Pablo Segundo, funciona en el predio de la parroquia “Nuestra Señora de Itatí” (Teniente Ibáñez y Salta), recibe cada mes a 100 familiares de correntinos del interior que se encuentran internados en hospitales de Capital. Piden colaboración para extender la ayuda.
Unas cien personas pasan por el refugio al mes, entre pacientes y familiares; es decir, que por año son asistidas más de 1500 personas.
La parroquia les provee de camas para poder descansar durante las horas que no están en el hospital acompañando a su enfermo, ropa de abrigo si la necesitasen, baño para poder higienizarse. También desayuno, almuerzo y merienda, que se brinda en el comedor de Cáritas que funciona en las mismas instalaciones.
Por el refugio, pasan enfermos oncológicos que hacen su tratamiento en el Hospital Vidal, la mayoría se está haciendo quimioterapia, también a papás y mamás jóvenes con sus bebes internados en el área de neonatología.
La mayoría, son personas del interior que no tienen donde estar, y que llegan allí por recomendación de los médicos que conocen el trabajo que se hace en la parroquia.
Toda esta obra, se sostiene con el aporte de muchas personas pero siempre hacen falta recursos para extender la asistencia.
Por ello, desde el refugio, el párroco de Nuestra Señora de Itatí, Roberto Pini, pide a la comunidad gestos de solidaridad.
Se necesitan siempre, elementos de tocador, jabones, peines, dentífricos, cepillos de dientes, peines; además de comestibles, artículos no perecederos; y ropas, calzados, usados pero limpios y en buen estado, frazadas, abrigos, entre otras cosas. Y fundamentalmente, azúcar, yerba y leche. Quienes deseen colaborar, personas o grupos, empresas o comercios, pueden acercar sus donaciones a la sede parroquial.
(IRB)
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