Entre aglomeraciones y abandono, decayó la operatividad de la terminal correntina

La terminal de ómnibus de la ciudad de Corrientes sufre la peor crisis desde su apertura como tal, y los trabajadores se quejaron por las carencias sanitarias de la infraestructura antigua, los aglomeramientos ante la falta de controles y la carencia de logística. Más de la mitad de las cabinas para ventas de boletos no volvieron a abrir. 

Se volvieron a registrar aglomeraciones en el playón de espera. Además de la crisis económica, los vendedores de la terminal están “preocupados por el cierre de un par de sanitarios y el estado de abandono del que todavía no sale ese antiguo edificio”. 

“Solo funcionan actualmente dos sanitarios pequeños, y con horarios reducidos”, se quejaron los trabajadores ante El Litoral.

Los viajes con destinos nacionales siguen reducidos, aunque la esperanza está en la venta de boletos para las vacaciones de invierno.

Algo que podría mejorar la movilidad en la estación de colectivos de larga distancia de esta capital es la reciente apertura de Retiro en Buenos Aires, pero la demanda se trasladó hacia el servicio de viajes aéreos, considerados más seguros y confiables contra el coronavirus. 

A pesar de que se modificó la metodología de uso del playón, se trata de una terminal pequeña que no podrá retomar la cantidad de personas que recibía antes de la pandemia. 

Deserción

La actividad en la terminal volvió recién este año, -dijeron los trabajadores- “tras un abandono desde que comenzó la pandemia y que trajo grandes problemas de higiene a las cabinas de venta. Hubo robos de infraestructura y todavía no regresaron más de la mitad de los vendedores de pasajes”.

Todas esas persianas siguen bajas. 

Los trabajadores que sí volvieron a la terminal correntina se quejaron por el desaseo en general y la deserción del personal que el Ministerio de Salud envió para garantizar los protocolos sanitarios en cada partida y llegada. 

El personal de Salud aportó a la logística de la terminal solo durante la temporada veraniega, pero con el comienzo de las clases no volvieron. 

Son pocos los colectivos que llegan por día, sin embargo se registraron aglomeraciones de viajantes por una carente logística sanitaria.

Se trata de un edificio con su playón de espera al aire libre que dejó al desamparo del frío tanto a los trabajadores como a los pasajeros. 

Ventas

Cerca de la temporada vacacional de invierno, las ventas comenzaron a repuntar aunque no hubo muchas ampliaciones en los destinos que están vigentes desde el verano. 

Los vendedores indicaron que recién por estos días comenzaron a venderse la totalidad de las butacas.

Hay que tener en cuenta que por unidad rige un protocolo nacional que redujo la cantidad de asientos que pueden ser ocupados en cada viaje, solo alrededor del 60% de las butacas pueden ser vendidas. 

Por su parte, las empresas aseguraron que la esperanza está puesta en las vacaciones así como en nuevas propuestas para una mejor terminal para Corrientes.