El viernes 3 de septiembre a las 17, Luiza Dolinski Da Costa tomó a su hija María Victoria Gancedo Dolinski de dos años, corrió media cuadra, se subió a un taxi y huyó de la plaza República de Paraguay. Había aprovechado un descuido de la autoridad que supervisaba ese encuentro. La ayudó un cómplice. Apagó su celular, dejó de conectarse a internet. Se dio a la fuga sin suministrarle a la familia información alguna del paradero de la niña. Desde entonces, nadie sabe nada de ellas.
Ese mismo viernes, el padre Julio César Gancedo realizó la denuncia policial correspondiente y se le dio intervención a la Fiscalía Contravencional Penal y de Faltas N° 14 de la Ciudad de Buenos Aires. Se ha presentado como querellante y es representado por el doctor Gabriel Iezzi y la doctora Ana Laura Palmucci en una causa que está caratulada como “secuestro” dada las particularidades del caso.
La madre tiene 24 años y es de Brasil. Según apuntan desde el entorno del padre, la mujer padece problemas psiquiátricos y de adicción que motivaron que la jueza del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil N°106 dispusiera que la menor debiera permanecer viviendo en la casa de su abuela paterna, Mónica Braun.
Asimismo, determinó que continuara concurriendo al jardín de infantes en Recoleta y que fuese recogida por su padre durante los fines de semana. Por su parte, a la madre se le instruyó un régimen de visitas supervisado de menos de tres horas por encuentro.
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