La Unne expone diseños en Rectorado para reflexionar sobre el Holocausto judío

Con el nombre “Primeras Jornadas Reflexivas: Las lecciones de historia que no hemos aprendido”, la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) abrió un espacio para la memoria del Holocausto, cuya acepción hebrea se traduce en Shoá. En el acto de apertura realizaron un homenaje post mortem al doctor Héctor Zimmerman, quien en vida estuvo al frente de la Cátedra Libre de Derechos Humanos, Genocidio y Holocausto.

En tanto que los diseños de la muestra “Mucho más que palabras” se encuentran expuestos en distintos espacios del edificio de Rectorado y se los puede visitar de lunes a viernes de 8 a 12, haciendo un pequeño recorrido por el edificio ubicado en 25 de Mayo 868 de la ciudad de Corrientes.

La chispa inicial de estas “Primeras Jornadas Reflexivas: Las lecciones de historia que no hemos aprendido” realizadas en la Unne, vinieron de la mano del hijo del inolvidable docente de la Facultad de Derecho, Guillermo. 

El docente auxiliar de la carrera de Diseño Gráfico, de la cátedra Historia del Diseño Gráfico II, contó que esta historia inició en febrero de 2008, cuando ganó una beca como docente en Yad Vashem, Jerusalén, Israel (Museo del Holocausto - Escuela Internacional sobre el Estudio del Holocausto). “La idea de esta beca docente en Israel es que, al volver a tu facultad, enseñes a tus alumnos sobre la temática”, detalló Guillermo Zimmerman.

“El proyecto de la muestra ‘Mucho más que palabras’ surge con la participación de la Asociación Argentina de Derecho Político, la secretaría de Extensión de la Facultad de Arquitectura y Diseño, y el Taller III de la carrera de Diseño Gráfico a cargo de la DG Mariela Carrieri; entonces con mi viejo —él también estuvo allá antes que yo porque también había ganado una beca— dictamos, al volver, la parte teórica de la Shoá a los docentes y alumnos de esta asignatura”, relató Zimmerman.

“La premisa fundamental era que logren transmitir el Holocausto de manera retórica, por lo tanto, en los diseños realizados por los y las estudiantes no podían aparecer imágenes de campos de concentración y exterminio, cámaras de gas, sangre, ni ningún hecho de violencia explícita; esa fue la línea que bajamos para el proyecto”, contó el docente.