Hizo un ritual y terminó con el 85 % del cuerpo quemado

Una mujer, de 20 años, de Salta, debió ser internada en grave estado en el Instituto del Quemado de la ciudad de Córdoba tras quemarse el 85 % de su cuerpo debido a un ritual que realizó en su casa por recomendación de una curandera.

Según informó el diario cordobés La Voz, la joven llegó a aquella ciudad capital de la provincia hacía apenas unos días, con la intención de ingresar a la escuela de Gendarmería de Jesús María.

Investigadores de la causa informaron que, como debía rendir unos exámenes, recurrió a una curandera y esta le sugirió un rito con el objetivo de ayudarla a concentrarse en los estudios.  La práctica implicaba encender sahumerios en su hogar.

Los medios locales indicaron que “sahumó su casa” y, en lo que se presupone un descuido, la mujer se prendió fuego y sufrió quemaduras en el 85 % de su cuerpo.

La RAE define el proceso de sahumar como “dar humo aromático a algo a fin de purificarlo o para que huela bien”.

Según trascendió, la curandera le habría explicado que tenía que encender en una lata yuyos para que el humo que despidiera “se impregnara en la casa donde ella iba a estudiar”, informó La Voz.

Aparentemente, ante la dificultad de poder encender los yuyos, la joven roció con alcohol la lata y la misma produjo una combustión que se le fue de las manos.

Esta fue tal que se le prendió a la ropa y sufrió graves quemaduras en la cara, el torso, la pelvis y gran parte del cuerpo.

En la misma provincia, el miércoles, la dieron de alta a Valentina Cuello, una adolescente que había sufrido graves quemaduras tras un experimento fallido en el colegio Cristo Rey de Córdoba y estuvo 78 días internada.

Según informó el medio local Cadena 3, la joven pasó 13 días en terapia intensiva, de los cuales estuvo ocho en coma inducido. Pasó 33 veces por el quirófano en esos días.

Su padre habló con ese medio y se mostró feliz por el fin de la internación: “Está muy contenta porque se va”, destacó.

Además, contó que la chica “quiere estar en su casa con sus cosas, su cama, su computadora, sus libros”.

“Va a ver a su familia, a sus abuelas. Fueron muchos días y todos nos queremos ir, fue eterno ver cómo sufría”, destacó.

La joven se había quemado en septiembre pasado junto con otros dos compañeros -que rápidamente recibieron el alta- en el marco de un experimento en el colegio que también involucró alcohol. 

(EN)