El ministro británico Gavin Williamson renunció ayer al gobierno por acusaciones de que intimidó a sus colegas, lo que generó dudas sobre el juicio del primer ministro Rishi Sunak apenas unas semanas después de asumir el cargo.
Sunak se convirtió en octubre en el tercer primer ministro de Gran Bretaña, en dos meses, y se comprometió a restaurar la integridad y el profesionalismo en el corazón del gobierno, luego de meses de agitación, bajo sus predecesores, Liz Truss y Boris Johnson.
Pero sus primeras dos semanas en el cargo se han visto ensombrecidas por disputas sobre, primero, su ministra del Interior, Suella Braverman, y, ahora, Williamson, quien se vio obligado a dejar el gobierno por tercera vez en menos de cuatro años.
El Sunday Times y otros periódicos informaron que sus colegas acusaron a Williamson de actuar de manera intimidatoria, enviando mensajes cargados de improperios y diciéndole a un funcionario del gobierno que “se cortara la garganta”.
Williamson dijo, en una carta a Sunak el martes, que estaba cumpliendo con un proceso de denuncias y que si bien refutó la caracterización de los mensajes reconoció que se estaban convirtiendo en una distracción para el gobierno.
“Por lo tanto, he decidido dar un paso atrás en el gobierno para poder cumplir plenamente con el proceso de quejas que está en curso y limpiar mi nombre de cualquier irregularidad”, dijo en la carta, que publicó en Twitter. “Es con verdadera tristeza que presento mi renuncia”.
(EN)
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