Condenaron y liberaron al hombre que le clavó un cuchillo en la cabeza al vecino

El Tribunal Oral Penal Nº 2 de Corrientes condenó a Claudio Guillermo Borda Velozo por atacar a su vecino en una violenta discusión e incrustarle un cuchillo de cocina en la cabeza, en un hecho ocurrido en diciembre del 2020 frente a una vivienda del barrio San Antonio Este de la capital correntina.

A Borda Velozo se lo acusaba del intento de homicidio de Carlos Damián Segovia, de 32 años.

Sin embargo, el Tribunal entendió que el hecho solamente se podía calificar como “lesiones graves”, por lo que le impuso una pena de un año, once meses y veinticuatro días de prisión, y ordenó su inmediata libertad por tener la mayoría de la pena computada.

Ayer, en los alegatos, el fiscal Gustavo Schmitt solicitó una condena de seis años de prisión por el delito de tentativa de homicidio.

De acuerdo a la investigación judicial, el hecho se produjo el 19 de diciembre de 2020 a la madrugada, en una vivienda ubicada en las calles Los Comechingones y Los Araucanos del barrio San Antonio Este, propiedad de un hombre de apellido Ledesma, amigo del imputado y la víctima.

Todos estuvieron reunidos en la casa, donde comieron choripanes y bebieron cerveza.

Pasadas las 5 de la mañana se produjo una violenta discusión entre Borda Velozo y Segovia. Es por eso que Ledesma apaciguó la situación y les pidió que se retiraran porque él en unas horas tenía que ir a trabajar.

Se fue a dormir y minutos después golpearon la puerta de entrada de manera desesperada. Al atender se encontró con Segovia con un cuchillo incrustado en la cabeza y todo ensangrentado, quien le contó que Borda Velozo lo había atacado y se había dado a la fuga.

Avisaron a la Policía y alrededor de las 5.45 una patrulla del Grupo de Respuesta Inmediata Motorizada 5 concurrió hasta la esquina de Los Comechingones y Los Araucanos.

De inmediato pidieron un patrullero y Segovia fue trasladado de urgencia al Hospital Escuela.

Tanto policías como personal sanitario quedaron asombrados: pese a tener clavado el cuchillo en el rostro, Segovia podía expresarse, no perdió el conocimiento y, más tarde, los estudios precisaron que sufrió lesiones que no implicarían riesgo en su vida.

La hoja de acero de unos 20 centímetros ingresó por la parte superior de la cabeza hasta incrustarse completamente a lo largo del costado izquierdo del área facial. Solo el cabo de madera quedó al descubierto.

(NG)