Halló a sus abuelos en condiciones aberrantes y pide ayuda para atenderlos

Estefanía Testi tiene tan solo 23 años, estudia, trabaja y se mantiene sola. Tras una visita a la casa de sus abuelos paternos, se encontró con un dramático panorama: estaban en condiciones deplorables. Así que decidió hacerse cargo de ellos. 

En diálogo con El Litoral, la joven agradeció la colaboración de las personas que se acercaron a hablar con ella. 

Su abuela, de 85 años, estaba desnuda en su cama, mirando el techo, sin aire ni ventilador. La casa está infestada de ratas y cucarachas. A su abuelo, de 98 años, en tanto, lo trasladaron a un hospital geriátrico.

La joven lanzó un pedido solidario en redes sociales para limpiar la casa, ubicada sobre la calle General Paz al 1331: hoy y mañana, un grupo de 10 voluntarios concurrirán a la vivienda para ayudar a Estefanía. 

También solicitó elementos de limpieza, pañales, ropa para adultos y calzado. Además, debe sumar a sus gastos mensuales la atención de ambos adultos. Por lo tanto pidió donaciones, que pueden realizarse mediante la Cuenta Virtual Uniforme (CVU) 0000003100088378411976.

Estefanía tomó conocimiento de la situación a través de una vecina, que le avisó que su tía, quien también vivía en la casa, murió por deshidratación. La mujer sufría de retraso mental. 

“Cuando voy a buscarla me dicen que mi abuelo está en el geriátrico y, cuando voy al lugar, me encuentro con unas personas que no las había visto nunca y resultaron ser los sobrinos de mi abuelo”, detalló la joven. 

Los desconocidos familiares le indicaron que ellos se harían cargo de sus dos abuelos y le dijeron a Estefanía que solo se hiciera cargo de su propio padre, un hombre esquizofrénico, que es peligroso.

Ante ello, la abogada de la joven le advirtió por posibles malas intenciones de los familiares. En tal sentido, contó que habían dejado encerrada a su abuela en la vivienda sucia.

Para sacarla, debieron llamar a la Policía e incluso acudieron paramédicos. Estefanía llevó a su abuela a vivir a su monoambiente. La bañó, le cortó el pelo y se turna con amigos para cuidarla. “Una mujer que vio la noticia se acercó a mi casa a conocer a mi abuela y me ayuda, sin cobrarme”, agradeció la joven.  

Por otro lado, los sobrinos que “se iban a hacer cargo” desaparecieron y no se comunicaron más. 

En tanto, su abuelo vivía una situación similar en un hospital geriátrico: no tenía ropa y estaba sucio.

Para quienes deseen colaborar con la limpieza de la vivienda, Estefanía y los voluntarios irán al domicilio luego del mediodía. Deben llevar guantes, botas y barbijo, por la suciedad del lugar. 

También pueden comunicarse al 379-4269529 para coordinar con la joven.