Un centenar de oradores, batallan contra el aborto en un hospital materno de Corrientes

Cada ciclo de oraciones diarias culmina con una plegaria a San Miguel Arcángel, en la puerta del Hospital Materno Neonatal Eloísa Torrent de Vidal de la ciudad de Corrientes. Así por 40 días y en simultáneo con otras 12 provincias de Argentina.

El lema de esta movilización religiosa es “el inicio del fin del aborto”. En la ciudad hay al menos 100 inscriptos para realizar la vigilia que comienza a las 8 y culmina a las 20 de cada día, como parte de una batalla contra las prácticas abortivas. “Hay participación espontánea más allá de lo que estamos anotando”, dice a El Litoral Augusto Capellini, uno de los encargados de la hora del cierre de jornada. 

La vigilia “40 días por la vida” comenzó en Corrientes el 2 de marzo y se extenderá hasta el 10 de abril, en la vereda de Héroes Civiles al 2000. 

Capellini es estudiante de medicina y no duda en utilizar términos bélicos para explicar esta campaña iniciada en Texas durante el 2004. Se trata de una organización internacional provida sin fines de lucro, con tres pilares, en el ayuno y la oración, la vigilia pacífica y la integración comunitaria de los católicos. 

Cuestión primordial

Desde la sanción de la Ley 26.610 se realizaron 32.758 interrupciones de embarazo voluntarias en el sistema público, hasta finales del año pasado, según datos del Ministerio de Salud de la Nación. En la ciudad de Corrientes una campaña pro aborto de profesionales de la salud garantizó la implementación de la norma, pero reconoció que en otras localidades de la provincia la situación es diferente, con la mayoría de objetores de conciencia entre el personal sanitario.

Además del área de maternidad del Vidal, las interrupciones voluntarias de los embarazos también se pueden solicitar en el Hospital Ángela Iglesia de Llano. Sin embargo, las organizaciones provida no se detienen. 

“Es la cuestión primordial para el ser humano, defender a los más pequeños que no tienen voz, los bebés”, dice a este diario María Victoria Figueroa, que también es estudiante de medicina e investigadora de la molécula HLA-G y su papel inmunológico durante el embarazo. Bajo el gazebo que armaron para la vigilia, Figueroa reconoce la “presión social por ser mujer” ante la concepción y la posibilidad del aborto, pero considera que “el ser más pequeño del mundo no tiene la culpa y merece vivir”. 

Junto a Elsa Beatriz Cabaña se enorgullecen que durante la tormenta de esta semana sus compañeros de la vigilia sostuvieron el altar con las imágenes religiosas y la cruz. Ella interrumpe su explicación de lo que la motiva a rezar y busca un manuscrito en su cartera con la oración a San Miguel Arcángel. 

Si bien tienen un cuadernillo para organizar la vigilia durante los cuarenta días (una liturgia para ganarle al aborto), Cabaña anotó una oración especial. Lee en voz alta la plegaria para que el santo la proteja “de Satanás y los espíritus malignos”. 

(IB)