Las expectativas de suba de la inflación se dispararon con fuerza según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de marzo publicado ayer por el Banco Central. Los analistas del mercado consultados pronosticaron que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentará un 59,2% en 2022, lo que implica una suba de 4,2 puntos porcentuales respecto de la encuesta del mes previo.
Al mismo tiempo, los consultores esperan una suba del 5,5% para marzo; un mes atrás, proyectaban un 4,1% para el tercer mes del año. El dato oficial que corroborará o no este pronóstico será informado por el Indec el próximo miércoles 13.
La pauta de inflación contemplada en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el año calendario 2022 se ubica entre el 38% y el 48%, muy por debajo de las estimaciones de los analistas que el Banco Central releva cada mes para el REM. En este informe, los datos fueron recolectados en los 3 últimos días de marzo entre 41 consultoras, centros de estudios y bancos de la Argentina.
El pesimismo en los pronósticos para el alza de los precios, no obstante, no modificó una tendencia evidenciada en el informe anterior: el índice de marzo podría ser el pico inflacionario de 2022 y, a partir de allí, podría comenzar un paulatino descenso. El informe del Bcra explicó que si bien “se corrigieron al alza los valores de inflación esperados para todos los meses relevados”, los aumentos se desaceleran en los meses siguientes.
Tras el 5,5% para marzo, el REM pronosticó un 4,3% para abril (0,3 punto porcentual por encima del mes anterior), un 3,8% para mayo y junio, un 3,7% para julio y un 3,6% de aumento para agosto y septiembre.
El Banco Central recordó que los analistas en febrero estuvieron lejos de prever el salto inflacionario: ”Para febrero de 2022 la mediana de las estimaciones de quienes participaron en la encuesta previa del REM sugería una inflación de 3,9% mensual, en tanto el dato observado en dicho mes resultó ser de 4,7%”.
Más allá de esa perspectiva que sugiere que marzo será el peor mes entre los próximos seis, la visión de los analistas también se modificó al alza en el caso de la inflación para los próximos años. El pronóstico para 2023 subió a 47,5% (+2,5 puntos porcentuales que en el REM previo) y también se elevó a 40,9% para 2024 (+3,2 p. p.). Otras mediciones previstas por el REM también fueron corregidas hacia arriba: se espera una inflación del 55,4% para los próximos 12 meses (+2,5% p. p.) y del 45,8% para los siguientes 24 meses (+1,2 p. p.).
Otro dato saliente que refleja cómo empeoraron las proyecciones de los analistas es el pronóstico de la inflación núcleo, aquella que no incluye los precios estacionales y los regulados. Para marzo esperan una suba del 5,2% mientras que hace un mes esperaban un 4,1%. Para los seis meses siguientes, se espera una inflación núcleo promedio del 3,9%. Entre los precios regulados se destacan las tarifas de los servicios públicos, congelados en su mayoría desde hace dos años.
Los aumentos más importantes (electricidad y gas) se esperan a partir de abril, en medio de una fuerte disputa política dentro del gobierno por la magnitud de las alzas.
(JML)
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