Censo: por qué Corrientes debería actualizar la cantidad de legisladores nacionales

Si bien no resulta apropiado iniciar ahora el debate, no se debe olvidar que los resultados del Censo 2010 obligaron a la Cámara Nacional Electoral a solicitar al Congreso que actualice su conformación de acuerdo con la densidad poblacional.  El nuevo relevamiento de datos que se concretó ayer vuelve a poner la cuestión sobre el tapete y a Corrientes le correspondería sumar dos nuevos legisladores nacionales. 

La Cámara Nacional Electoral instó al Congreso a respetar el mandato constitucional y actualizar la cantidad de diputados. Fue en 2018, a partir de la denuncia de un candidato a diputado cordobés. La Cámara pidió que se extreme los recaudos para ejecutar el mandato constitucional establecido en el artículo 45 de la Constitución Nacional, que obliga a ajustar la representación a los datos del censo. Ya lo había hecho tras las mediciones del Indec de 200,  2010 y se espera ahora que suceda lo mismo.

De acuerdo con dicha norma,  la Cámara de Diputados se compone de representantes elegidos directamente por el pueblo de las provincias y de la Ciudad de Buenos Aires, en una cantidad distribuida proporcionalmente al número de habitantes que tiene cada una de ellas.

La Constitución Nacional dispone que  “después de la realización de cada censo, el Congreso fijará la representación con arreglo al mismo, pudiendo aumentar pero no disminuir la base expresada por cada diputado”  (art. 45). Sin embargo, la actual composición de la Cámara de Diputados de la Nación está basada en los datos poblacionales de un censo realizado hace 38 años (1980).

A partir de la vigencia de la Ley 22.847 con la que se convocó a elecciones en 1983, con menos de 28 millones de habitantes, el número de diputados nacionales a elegir es de uno por cada 161.000 habitantes o fracción no menor de 80.500.

Esa base representativa allega al cuerpo la cantidad de 257 diputados nacionales, en su actual composición.

En el NEA

De actualizarse la composición de la Cámara de Diputados, algunas provincias sumarán legisladores y otras podrían resignar la cantidad actual de bancas.

En el caso de la región NEA, tanto a Chaco como a Misiones les corresponderían ser asignados 10 escaños en lugar de 7;  a Corrientes le correspondería dos bancas adicionales, y debería pasar de 7 a 9 diputados nacionales.  Formosa tendría que recibir un diputado adicional.

Otras provincias

Si se calculara según el censo de 2010, ganarían diputados Buenos Aires (30), Córdoba (6), Santa Fe (4), Salta (4) y Mendoza (3); mientras que Ciudad de Buenos Aires perdería bancas.

Presupuesto

En lo que va del año el Congreso sancionó una sola ley, la que ratificó el acuerdo de nuestro país con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pese a tan bajo rendimiento, ya consumió $15.000 millones para su funcionamiento, casi el 40% del presupuesto asignado.

Recién hace unas semanas, cuando ya pasaron cuatro meses, las pocas comisiones que fueron conformadas en la Cámara de Diputados arrancarán con su agenda, pero aún restan constituir otras 32. La demora, tan prolongada como inexplicable, no tiene antecedentes en el cuerpo, coinciden los veteranos en las lides legislativas.

El Senado, en tanto, tiene 5.175 agentes, y el gasto total del Senado proyectado para este año es de 23.700 millones de pesos. En gran parte, esas erogaciones incluyen la masa salarial de los empleados y de los propios senadores.

El presupuesto del censo 

Si bien el Presupuesto del 2022 no obtuvo acuerdo en el Congreso, se previeron unos $12.950 millones para el Censo 2022. De ellos se asignaron 5.626 a pasajes y viáticos de las casi 600 mil personas que están designadas para censar. 290 millones fueron asignados a papel, cartón y gastos de impresión. Además está incluido en este número el salario que se le paga a los censistas que es de seis mil pesos por el día trabajado.

Para las elecciones 2021, se gastaron unos 19 mil millones de pesos entre contratos con quienes hacen el escrutinio provisorio y con la Casa de la Moneda para imprimir los padrones, gastos de correo y de la Justicia Electoral.

El Censo 2022 cuesta un 30% menos que lo que se gastó en forma conjunta en las elecciones primarias y generales del último año.