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/Ellitoral.com.ar/ Deportes

Boca sumó otra estrella con una goleada sobre Tigre en Córdoba

Marcos Rojo, Frank Fabra y Luis Vázquez fueron los autores de la conquista del Xeneize para imponerse por 3 a 0. El equipo de Victoria arrancó bien, pero con el correr de los minutos el conjunto porteño demostró su jerarquía. Segundo título para Seba Battaglia como DT. 
Justo ganador. Boca jugó una gran final y se adueñó de un nuevo trofeo.

Boca Juniors se consagró ayer a la tarde campeón de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) al derrotar con claridad a Tigre, 3 a 0, en el encuentro decisivo que se jugó en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba, ante más de 50.000 personas, y así su DT, Sebastián Battaglia, sumó su segundo título desde que está en el cargo.

El defensor Marcos Rojo anotó la apertura del marcador cuando se jugaban 48 minutos del primer tiempo, mientras que el lateral derecho Frank Fabra amplió la ventaja con un tanto de gran factura a los 23 minutos del complemento, y Luis Vázquez (40 min. st) marcó para cerrar el marcador.

Fue levemente superior en el inicio Tigre, que con presión alta y recuperación dominaba la posesión de pelota, y hasta tuvo una opción clara cuando en un córner desde la derecha Boca marcó mal y de cabeza Víctor Cabrera tiró apenas desviado.

Mientras, el DT Sebastián Battaglia se desdoblaba en señas para sacar a su equipo del fondo, y así, pasados los 15 minutos el Auriazul emparejó el trámite, con el buen pie de Oscar Romero y Guillermo “Pol” Fernández, más la explosión de Sebastián Villa y Eduardo Salvio, encontrándose con la pelota y explorando espacios en la defensa rival.

Primero tuvo una clara posibilidad de gol con un tiro libre de Villa desviado por Gonzalo Marinelli con una excelente volada, y llegó una gran jugada que finalizó con un gol anulado a Benedetto, cuando el árbitro Darío Herrera acudió a la ayuda del VAR para anular el tanto por posición adelantada del goleador.

Los de Victoria la perdían rápido cuando tenían la pelota, y así Sebastián Prediger y Ezequiel Fernández se desgastaban más de la cuenta corriendo detrás del balón, ya sin la presión del comienzo. Entró en un bache el partido en los minutos finales del primer tiempo. Boca ya no lucía intensidad de mitad de cancha en adelante, de a poco los de Diego Martínez volvieron a acomodarse en el campo, y con un buen pasaje de Facundo Colidio por izquierda intentaban inquietar a la última línea xeneize.

Se iba esa primera mitad y Boca se encontró en tiempo de descuento con la ventaja, cuando en un córner desde la derecha Rojo ganó en el área y con un buen cabezazo venció la débil resistencia de Marinelli, que no pudo evitar la caída de su vaya y así su equipo se fue al descanso en desventaja.

Así era todo fiesta en las tribunas que ocuparon los hinchas boquenses durante el entretiempo, con la ilusión de acercarse a un nuevo título de su rica historia.

El Matador de Victoria salió rápidamente en el complemento a buscar la igualdad, sin perder el orden en la defensa para controlar a los veloces delanteros rivales, se hizo del dominio del balón y comenzó a llegar una y otra vez al arco de Agustín Rossi.

Y a los 14 minutos avisó Mateo Retegui, dispuso de una doble chance, que primero sacó Rossi, y luego no pudo conectar de cabeza casi sobre la línea.

Los de Battaglia, replegados, esperaban alguna contra para aumentar la ventaja, aunque desde la tribuna ese clima festivo del entretiempo se transformaba en nerviosismo e incertidumbre. Aunque el colombiano Fabra despejó todas las dudas con su golazo, que logró con un potente zurdazo desde afuera del área, y así volvió la locura entre los fanáticos xeneizes, que colmaron la popular Artime, la platea Gasparini y la mitad sur de la platea Ardiles.

Llegaron los cambios, ovaciones para varios futbolistas del flamante campeón, con la idolatría a Benedetto como la más destacada, y los de Victoria sintieron demasiado el golpe del 2-0, sin mostrar reacción para ponerse nuevamente a tiro.

Y así los de Battaglia se animaron a más, consiguieron el tercero por intermedio del ingresado Luis Vázquez para que el Kempes sea una fiesta en la agradable tarde cordobesa, aunque los fanáticos de Tigre también alentaron hasta el final, reconociendo la gran campaña del equipo, que hace solo seis meses lograron ascender a la máxima categoría.

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