Javier Milei reparte la mitad de su tiempo a reunirse en privado con un grupo de economistas que lo están ayudando a delinear un programa de gobierno factible en caso de romper todos los pronósticos electorales, mientras sigue con el armado nacional de su estructura política y partidaria, que va tejiendo a fuerza de alianzas y derribando los “cuellos de botella” que implica una figura con mucho arrastre pero poca experiencia laboral en política.
Para suplir ese déficit -mala palabra, si las hay, entre sus correligionarios- Milei se está apoyando en un armador político acercado por Domingo Cavallo. Se trata del consultor Carlos Kikuchi, que supo ser hasta los 2000 el jefe de prensa del exministro de Economía.
Mientras aquello avanza, el liberal libertario quiere retomar cuanto antes las incursiones territoriales, como las que hizo en Mendoza, Mar del Plata y Rosario. La frecuencia ideal, comenta, es una al mes. Junio será el mes del Conurbano bonaerense, y de La Matanza, la populosa tercera sección electoral. Aunque no la tienen fácil.
(FB)
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