Megaestafa de inmuebles: fiscal imputado denunció penalmente a la escribana Báez

Inició la batalla legal en el marco de la investigación de una megaestafa en la compra y venta de inmuebles de manera irregular.

El fiscal de Cámara, Gustavo Schmitt, quien fue involucrado en la apropiación ilegal de terrenos en esa zona junto a su hijo y la abogada Virginia Aquino, denunció penalmente a la falsa notaria Teresa Vázquez y a la escribana Gladys Báez por falsedad ideológica de instrumento público y estafa. 

En su acusación asevera que ninguno de los procedimientos efectuados por la escribana Báez, al certificar y escriturar compraventas fraguadas, sería posible sin la complicidad del Registro de la Propiedad Inmueble, Catastro de la Provincia y, fundamentalmente, del Colegio de Escribanos.

Por otra parte, el Juzgado de Instrucción Nº 3 decidió desestimar los testigos que aportó el letrado que representa a una de las detenidas,  Alba Zamudio, de 67 años, que goza del beneficio de prisión domiciliaria.

Se trata de una empleada que era la responsable de Mesa de Entradas de la Dirección Provincial de Catastro y Cartografía.

Cabe recordar que en la causa hay varios profesionales involucrados, como la agrimensora Liliana Griselda Ortíz, el abogado Iván Bordón y la escriban Gladys Báez. Todos permanecen detenidos con prisión preventiva mientras avanza la investigación, para que luego se dicte el procesamiento.   

En tanto que aún continúa prófuga de la Justicia la falsa escribana y dirigente política Teresa Vázquez. No se sabe nada de su paradero desde que a mediados de febrero allanaron su domicilio en la localidad de Santa Ana y hallaron gran cantidad de documentación adulterada, como boletos de compra-venta, planos, escrituras y casi 250 documentos nacionales de identidad.

Contrató a dos abogados de Buenos Aires para tramitar su eximición de prisión, pero cuando el Juzgado de Instrucción Nº 3, a cargo de la doctora María Josefina González Cabañas, le rechazó la solicitud, Vázquez desapareció.

De acuerdo a la investigación, la banda delictiva buscaba inmuebles de personas fallecidas, armaba una prescripción veinteañal con terceros, mensuraba el terreno legalmente, pero cuando llegaba al Registro de la avenida 3 de Abril y Mendoza, lo cambiaba a dominante para poder escriturar la propiedad robada. Para eso les falseaban la mensura a agrimensores.

El negocio no era solamente el loteo San Blas de la Ruta Provincial Nº 43, a dos kilómetros de la Ruta Nacional Nº 12, que es el centro del conflicto. También se escrituraron y vendieron muchos terrenos baldíos, como casas sin habitantes. 

El caso fue denunciado en agosto del año pasado por el área de Asesoría Legal de la Dirección de Registro de la Propiedad Inmueble.