A Darío Daniel Pereyra se lo conoce como “El Cabezón”. Radicado en Marbella hasta las últimas horas, el empresario argentino era buscado por intentar mover casi 45 millones de dólares en cocaína a España. Incluso, la Justicia federal había pedido su arresto. Finalmente se concretó y la novedad llegó a las oficinas de la Procuraduría de Narcocriminalidad de parte de Interpol, según fuentes de la investigación. “El Cabezón” no cayó solo. Junto a él, las autoridades detuvieron a su principal socio, identificado como Gustavo “Diego” Marano. Sin embargo, según explicaron las fuentes consultadas por este medio, “la Justicia española lo dejó libre porque, supuestamente, tiene arraigo en ese país”. No corrió la misma suerte Pereyra: fue preso.
En Marbella, “El Cabezón” controlaba, al menos hasta julio pasado cuando se descubrió su paradero, el exclusivo club de playa The Point en Marbella, así como negocios de deportes acuáticos como Funny Beach y un restaurante de sushi. Lo buscaban desde 2018, cuando un llamado a la línea 134 indicó que estaba “preparando un cargamento con 2000 kilos de cocaína” para mandar desde Tigre a Marbella. El buchón también habló de una ruta de lanchas en Rosario, todo por agua.
Así, hace cuatro años la causa que quedó en manos del Juzgado Federal de Quilmes, a cargo de Luis Armella, investigado por la Procunar y la fiscal Cecilia Incardona. Con el tiempo, se descubrió que Pereyra era el supuesto segundo, no el capo, a quien le llamaban “Diego”. “Del intercambio de información efectuado con las fuerzas de seguridad españolas se estableció que Pereyra y su pareja, Cintia Gómez, integraban sociedades en España con Gustavo Diego Marano Fuentes”, es decir, “Diego”.
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