Argentina pedirá participar del Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad (FRS) organizando por el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero el dinero ingresará en el período 2023. Los aproximadamente USD 1300 millones que el país podría reclamar serán solicitados por Sergio Massa y los funcionarios que participarán de las negociaciones que el ministro de Economía encarará en los próximos días en Washington; pero sabiendo que cualquier aprobación no llegará antes que termine el 2022, y que pasará a formar parte del ejercicio del próximo año.
Para el Gobierno no es una mala noticia; ya que se comienza a pensar, a instancias de lo que está elaborando el secretario de Programación Económica, Gabriel Rubinstein, en el ejercicio próximo, donde se necesitarán rápidamente dólares para enfrentar lo más importante que políticamente tiene en mente el oficialismo: las elecciones presidenciales.
Los millones de dólares provenientes del FRS servirían para elaborar una estructura cambiaria más sólida teniendo en cuenta que, fundamentalmente, la campaña electoral debería llevarse a cabo en situaciones de tranquilidad y estabilidad.
Sin embargo, hay un precio que la alianza oficialista debería tener en cuenta y respetar: para acceder este dinero del FMI, Argentina debe estar en paz con el organismo. Dicho de otra manera, el acuerdo de Facilidades Extendidas vigente firmado y aprobado por el Board el 25 de marzo pasado, tiene que estar en plena vigencia y sin remaches. Por esto desde el ministerio de Economía se buscará acelerar el trámite para pedir los u$s 1.300 millones antes que termine el año, por una cuestión estratégica. Si se aprobara el dinero, se giraría durante el 2023. Probablemente durante el primer trimestre del año. Mientras que si el país no aprobara todas las metas y objetivos firmados con el FMI, las negociaciones por un eventual waiver se abrirían luego de la misión del organismo que examinaría las cuentas argentinas en marzo. De todas maneras, la solicitud del dinero se efectuaría luego de la aprobación de las metas del segundo trimestre del año, lo que se concretaría antes del próximo 30 de septiembre. El mes clave será entonces octubre. Esta nueva línea de crédito busca ofrecer un plazo de repago de hasta 20 años con un período de gracia de 10 años.En total, y según la información oficial del FMI, el FRS consta de USD 50.000 millones, y está destinado “a ayudar a países de ingreso bajo y a países de ingreso mediano vulnerables a desarrollar mayor resiliencia a los shocks de la balanza de pagos y garantizar una recuperación sostenible”. Se fundamenta en los efectos del covid-19 en la economía internacional y en la necesidad de “transformar las economías para que desarrollen mayor resiliencia a los shocks y logren un crecimiento sostenible e incluyente”, indicaba ayer un informe de Carlos Burgueño en Ámbito.
“La pandemia nos ha enseñado que no abordar estos desafíos a largo plazo en el momento oportuno puede tener consecuencias económicas significativas, incluidos problemas con la balanza de pagos”, dijeron.
