Después de una tensa negociación y en medio de chicanas, el oficialismo y la oposición aprobaron ayer, por amplía mayoría, una resolución de la Cámara de Diputados en repudio al intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Kirchner.
La previa de la sesión especial convocada por el Frente de Todos tras el ataque a la expresidenta tuvo todos los condimentos, no solo del oficialismo sino también de la interna de Juntos por el Cambio, donde se profundizan las diferencias entre halcones y palomas.
Desde el viernes, la alianza que une a la UCR, la Coalición Cívica y el PRO trató de arribar a una posición unificada. Los radicales, más allá de los cuestionamientos al texto del proyecto de resolución del oficialismo, entendían que había que aprobar el repudio al ataque a la vicepresidenta, al igual que Evolución Radical y la fuerza que encabeza Elisa Carrió.
Diferente era la realidad en el macrismo donde el mensaje de Patricia Bullrich se hizo sentir entre los diputados del PRO y Cristian Ritondo endureció la negociación con el oficialismo, que no encontraba la forma de destrabar la sesión.
Desde el interior de Juntos por el Cambio confiaron después que en el PRO “están mirando más lo que hace Milei”.
Los referentes de la oposición, incluyendo ya a José Luis Espert y al interbloque Federal, se sumaron a la negociación en las últimas horas del viernes, pero sin llegar a una definición clara. Cuando todo parecía naufragar, Mario Negri les propuso, horas antes de la sesión, tomar como base el documento que el jueves pasado acordaron en el Senado los bloques del oficialismo y la oposición.
Así fue que consensuaron un texto que excluía la tan cuestionada frase “discurso de odio”, que la oposición entendía que estaba dirigida a ese espacio y se remarcó la exigencia de un “pronto y completo esclarecimiento y condena a los responsables de este hecho lamentable, que empaña la vida en democracia”.
Los cambios en el proyecto de resolución tampoco terminaban de cerrar para el PRO.
(JML)