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Palacios espectaculares para conocer en Buenos Aires

Con visitas guiadas o propuestas gastronómicas, los palacios deslumbran con su arquitectura. Jardines perfectamente parquizados, salones de baile, colecciones de arte, numerosas habitaciones y baños. No solo en Europa se pueden conocer ostentosos palacios, de una belleza única y con impresionantes avances tecnológicos para la época. 

Palacios de Buenos Aires: aristocráticos, lujosos y siempre cargados de historia. Sin dudas, configuran un gran apartado respecto a los tesoros para ver en la ciudad de la furia. 

El Palacio Paz

El Palacio Paz es una construcción del arquitecto Louis-Marie Henri Sortais a pedido de José Paz; periodista y político fundador del diario La Prensa y miembro de una de las familias más poderosas de la argentina.  Si bien la construcción inicial del palacio empezó hacia 1890, se trató de una obra que llevó muchos años de realización y el propio Paz, al fallecer en 1912, no pudo verla terminada.

Tras su inauguración en 1914, su esposa e hijos vivieron allí hasta 1938. Luego, debieron vender la residencia por motivos económicos y fue adquirido como sede del Círculo Militar y del Museo de Armas de la Nación. Aun así, el Palacio Paz supo ser una de las residencias familiares más grandes y lujosas de la época. En la actualidad, el círculo militar (ex Palacio Paz) puede visitarse con reserva previa y es un paseo súper recomendado.

Palacio Errázuriz

El Palacio Errázuriz fue la residencia de Matías Errázuriz Ortúzar y su esposa Josefina de Alvear, quienes además de ser los dueños de esta mansión contaban con una impresionante colección de Arte. La construcción de este palacio de Buenos Aires se llevó a cabo entre los años 1911 y 1917 por el arquitecto René Sergent. De estilo neoclásico francés, supone un viaje a los tiempos de la aristocracia argentina.

En 1937, el Estado adquirió el inmueble y su vasta colección de objetos de Arte y mobiliario. De esta forma, se crea el Museo Nacional de Arte Decorativo, el cual se puede visitar en forma gratuita, de jueves a Domingos con inscripción previa.

Hipódromo de Palermo, El 

Palacio Hipico de Buenos Aires

El Hipódromo Argentino de Palermo se inauguró el 7 de mayo de 1876, pasó a ser administrado por el Jockey Club a partir de 1883 y dio inicio a su emblemático Gran Premio Nacional en 1885. Por su parte, en 1908 se reforma la construcción original dando como resultado el estilo neoclásico francés que se mantiene en la actualidad.

En los últimos años, este predio de Palermo empezó a utilizarse no sólo para actividades de Turf sino también como sede de eventos gastronómicos, recitales o ferias de arte. Su ingreso es completamente gratuito, y se lo puede conocer aun cuando no hay carreras ya que posee varios restaurantes que resultan perfectos para las tardes y noches de verano.

Palacio Duhau

El impresionante Palacio Duhau está ubicado en pleno barrio de recoleta. Su construcción fue un encargo que los hermanos Luis y Alberto Duhau realizaron al arquitecto León Dourge a comienzos de 1930. Asimismo, se trata de un edificio de estilo neoclásico francés y su arquitectura está absolutamente inspirada en el Château du Marais (en las afueras de Paris). En la actualidad, el palacio funciona como un hotel 5 estrellas, el PARK HYATT de Buenos Aires (que fue inaugurado en julio de 2006). Ir a conocerlo y disfrutar de sus jardines es una maravillosa posibilidad que brindan los 3 restaurantes y el bar que funcionan en su interior. 

Palacio San Martín

En 1905 el arquitecto Alejandro Christophersen diseña los bocetos de esta mansión a pedido de Mercedes Castellanos de Anchorena (otra de las familias de la aristocracia argentina).  La construcción se inicia en 1909 y se inaugura conmemorando el centenario de la declaración de la Independencia Argentina. La familia Anchorena vivió allí hasta 1936, cuando el palacio fue adquirido por el gobierno argentino. A partir de entonces, se convierte en sede del Ministerio de Relaciones Exteriores rebautizándose como Palacio San Martín. 

Por otro lado, si bien parece un complejo monumental, estaba conformado por tres residencias: la de la calle Esmeralda, la central y la de la calle Basavilbaso. A partir del año 1993, por su parte, el Palacio San Martín pasa a ser utilizado como sede ceremonial de la Cancillería. 

Palacio Barolo

El Palacio Barolo es un emblema que deben visitar en Buenos Aires al menos una vez en la vida. Se encuentra en el barrio de Monserrat, sobre la tradicional Avenida de Mayo y a pasos del Congreso de la Nación. El diseño de este edificio inaugurado en 1923 es una obra a cargo del arquitecto italiano Mario Palanti (quien construyó un edificio «gemelo», el Palacio Salvo, en Montevideo – Uruguay).

En cuanto a su arquitectura ecléctica se destacan el uso del hormigón armado y las mezclas de estilos neorrománticos y neogóticos. Sin embargo, sus mayores peculiaridades, tienen que ver con las analogías y referencias a la Divina Comedia de Dante Alighieri. Declarado Monumento Histórico Nacional en 1997, les puedo asegurar que es una visita obligada al momento de planear un recorrido por Buenos Aires.

Palacio Ceci

Los hermanos Ceci, inmigrantes italianos allegados al país hacia fines del Siglo XIX y dueños de la empresa «Ceci Hermanos, Empresarios Constructores», mantuvieron una estrecha relación comercial con la opulenta familia Devoto. Así, Antonio Devoto, contrata a Alfredo Ceci para que construyera un palacio que pudiera albergar a un miembro de la realeza italiana. Sin embargo, este huésped nunca viajó al país, y Devoto decidió regalar la propiedad a su constructor.

De esta forma, el edificio de estilo academicista francés ubicado en el corazón de Villa Devoto, pasa a ser residencia particular de Alfredo Ceci hasta 1938. A partir de esa fecha, los hermanos alquilan el inmueble al Ministerio de Educación para ser utilizado como sede del Instituto Nacional de Sordomudos. En la actualidad, funciona allí la Escuela de Educación Especial y Formación Laboral Nro. 28 Profesor Bartolomé Ayrolo.

Y aunque hoy en día no quede mucho del esplendor de esa época, es atractivo visitar el palacio para apreciar los detalles de sus escaleras (tanto externas como internas) y disfrutar de los tours fotográficos que se ofrecen durante los fines de semana.

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