El presidente francés, Emmanuel Macron, dio ayer noticias “positivas” sobre las víctimas del ataque con cuchillo perpetrado el jueves en la sureña localidad francesa de Annecy, que dejó seis personas heridas, entre ellas cuatro niños, mientras persisten las dudas sobre las motivaciones del atacante, un refugiado sirio.
“Los dos pequeños que estaban en la situación más crítica están ahora estabilizados y los médicos son optimistas”, dijo Macron, quien describió un pronóstico que “va en la buena dirección” para todos los heridos después de visitar a parte de ellos en el hospital de Grenoble (sureste).
“Atacar a los niños es el acto más bárbaro imaginable”, agregó el jefe de Estado quien se desplazó junto a su esposa, Brigitte Macron, a Annecy, donde la víspera el ataque dejó seis heridos, entre ellos cuatro niños de entre 22 y 36 meses.
El ataque conmocionó a Francia y ayer muchos ciudadanos depositaban flores en el área de juegos infantiles, donde Abdalmasih H., de 31 años, acuchilló a los menores.
Los niños, entre ellos un neerlandés y un británico, fueron trasladados a Ginebra (Suiza) y a Grenoble después de una primera atención en el lugar.
“Su estado de salud es extremadamente frágil, están todavía en absoluta emergencia”, dijo la fiscal Bonnet-Mathis, quien destacó que el atacante había apuntado a “las partes vitales”.
Un adulto resultó también hospitalizado tras ser atacado por el agresor, y después alcanzado por disparos de la policía durante la detención, mientras otro adulto fue herido más ligeramente.
El vocero del gobierno, Olivier Véran, hizo un llamado a la prudencia y a esperar la investigación, mientras varios políticos de derecha y ultraderecha apuntan a la “inmigración masiva”.
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