Viajar con tráiler: una necesidad que se conjuga con prevención

n La proliferación de vehículos de pequeño porte con trailers, remolques y acoplados en distintas rutas y ciudades del país es un fenómeno en crecimiento como consecuencia de la crítica situación económica de numerosas familias que, frente a la escasez de empleo, deciden iniciar un emprendimiento cuya demanda logística hace necesario este tipo de apéndices auxiliares de carga para transportar bultos de toda laya.

El problema es que, aun con normas específicas que disponen su homologación por talleres oficiales, la abrumadora mayoría utiliza esta herramienta sin hacer foco en el aspecto de la seguridad preventiva, lo que pone en riesgo a propios y extraños ante riesgos como el desacople del remolque en pleno rodaje o el llamado “efecto tijera” en caso de que el peso del cargamento no haya sido distribuido correctamente.

A decir verdad, los trailers cuya carga máxima no supere los 750 kilogramos no necesitan de costosos sistemas de frenos autónomos para ser conducidos con seguridad. Basta con adoptar recaudos simples que, en determinados momentos, pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte, como sucedió hace dos semanas en un puente sobre el río Gualeguaychú (Entre Ríos), escenario de una irreparable tragedia.

El siniestro -ocurrido el pasado 23 de marzo- fue causado por un tráiler de un solo eje (del tamaño correspondiente al transporte de un cuatriciclo o un tractor cortacésped) sin carga que se desprendió de una camioneta con tan mala suerte que, a gran velocidad, dio contra un joven matrimonio que pasaba un rato de sosiego pescando en la barandilla. La esposa, de 33 años, murió en el acto, mientras que el muchacho fue derivado a un centro asistencial gravemente herido.

No se informó en los partes oficiales si el carro tirado por la camioneta contaba con las cadenas de seguridad que deben ser utilizadas para evitar un desprendimiento del acoplado en caso de que el enganche principal falle, pero todo indica que el hecho ocurrió por esa razón.

Por eso, la regla número uno para quienes utilizan remolque es nunca llevar un acoplado asido al vehículo tractor por un vínculo único. Aunque la bocha o el perno de enganche (los dos sistemas se utilizan indistintamente) luzcan saludables, jamás hay que prescindir de las cadenas que se engarzan a los laterales de la barra de tiro, de forma tal que si ocurriera lo impensado, los amarres extras funcionarán para impedir que el tráiler salga descontrolado hacia cualquier dirección.

La otra gran ayuda en caso de un desenganche imprevisto es la instalación de la rueda timonera o simplemente “timón de maniobras en parado”. Se trata de un dispositivo que imita la tercera rueda delantera con la que los aviones apoyan sus narices en el aterrizaje. 

En este caso, la rueda timonera (de tamaño menor y generalmente maciza) contribuye a maniobrar el remolque cuando ya se ha desvinculado del vehículo tractor, pero también resulta vital para que evitar que (si se desprendiera el acoplado) la barra de tiro se incruste en el asfalto, lo que produciría un vuelco seguro.

Tercer ítem a tener en cuenta: el sistema antivuelco de los enganches. La actual norma de tránsito habla de bocha, pero lo cierto es que resulta más seguro el perno que va enhebrado en el ojal de la lanza. 

¿Cómo evitar que en caso de que un tráiler comience a ladearse induzca al vehículo tractor hacia el mismo destino? 

Con un eje giratorio que le permite al extremo de la barra de tiro “bailar” en su alojamiento. Con ese recurso, la autonomía radial del tráiler es total. De esa forma, aunque el acoplado se desestabilice y tumbe, el enganche del vehículo tractor no sufrirá la torsión ejercida por su acoplado y difícilmente el vuelco sea total.

Hay muchos otros consejos útiles que podemos condensar en este último párrafo en nombre de la brevedad. Las luces deben tener la intensidad suficiente y ser chequeadas periódicamente, especialmente en el enchufe que conecta el sistema con el vehículo tractor. 

Los neumáticos deben estar en buen estado y calibrados según el peso que lleva el tráiler. El chasis deberá estar controlado en los puntos donde puede aparecer la corrosión. En especial si se trata de un modelo artesanal ya entrado en años, construido con barras tubulares. 

En caso de que el acoplado forme parte de algún proyecto futuro, lo mejor es construirlo con perfiles de hierro sólido conocidos como “IPN” o “doble T”, exigidos por la legislación actual para evitar el herrumbre oculto.