"No tenemos apoyo de Nación y lo de Provincia no alcanza", aseguró Patricia Miño, responsable del comedor Jerusalén en el barrio Ponce de Corrientes Capital y militante de Somos Barrios de Pie. Relató cómo hace para sostener un comedor con 55 chicos, 6 adultos mayores y 28 familias asistidas.
"Yo pertenezco a un merendero que está en el barrio Ponce, donde viene bastante gente en estos momentos. Tenemos 28 familias que estamos entregando los alimentos y tenemos 55 chicos y 6 abuelos", contó a Hoja de Ruta.
"Estamos ayudando con todo el esfuerzo posible en esta situación difícil que estamos atravesando porque además somos trabajadores. No nos vamos a rendir, vamos a seguimos luchando por esa gente de bajos recursos, que son los que más hoy en día necesitan", dijo.
Patricia aseguró que se solventan con la asistencia de los vecinos que donan, los comerciantes de la zona y su propia huerta en la que trabajan 18 personas. La organización, además, tiene otros 47 merenderos y 16 comedores dispersos en la provincia.
Destacó que desde Nación no se reciben subsidios ni acompañamos. "De la Provincia sí recibimos, pero el recurso no nos alcanza", confirmó. Confirmó que su organización recibe módulos alimentarios pero dada la demanda es dificil cubrir la cuota de asistencia.
"Nos sorprendemos de la cantidad de gente que tenemos. Personas que teniendo un buen trabajo anteriormente, hoy en día quedaron desempleados. Gente que antes no se asomaba a nuestros espacios lamentablemente hoy tiene que estar ahí", dijo.
Miño puntualizó también en qué rol ocupan en lo que respecto a las cuestiones de género y la violencia en los barrios. "Nosotras somos oídos de esta situación también que es difícil, la de la violencia de género. Hoy en día nosotros quedamos a la nada porque esa gente que sigue sufriendo violencia y nosotras las escuchamos y acompañamos", sumó.
"En los barrios sobra gente que quiera trabajar, lo que faltan son derechos", cerró.
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