Por la crecida del Paraná, Ituzaingó e Itatí están sin playas y en Apipé ya hay afectados

Continúa creciendo el caudal de un río Paraná que ya avanzó sobre las playas de comunas ribereñas. Mientras que en Apipé obligó a evacuar a dos familias y dañó las chacras de otras 15. En cada uno de los lugares afectados, considerando los datos que poseen hasta ahora, confían en que la creciente será pasajera y cesará antes de que culmine el mes.

Tal como informó El Litoral en su edición del último viernes, si bien el afluente natural no había alcanzado el nivel de alerta en la costa itateña, una parte considerable de sus playas estaban bajo agua. Por seguridad, el Municipio decidió inhabilitarlas y dispuso que los empleados que estaban asignados a esa área de la ciudad, se ocupen de evitar el ingreso a las playas. 

“Acá no llovió mucho y este fin de semana, especialmente ayer (domingo); vino mucha gente nuevamente a la de Itatí. Por eso, se estuvo controlando toda la costa”, indicaron desde la Comuna al ser consultados por El Litoral. Al mismo tiempo ratificaron que “según lo que nos informaron no se extendería mucho tiempo la crecida. Y como el objetivo de esta gestión es que Itatí tenga playas todo el año, ni bien baje el nivel del río, comenzaremos a trabajar para reacondicionarlas y volver a habilitarlas cuanto antes”.

Tras lo cual aclararon que hasta ahora no hay familias afectadas porque si bien el caudal del Paraná siguió en ascenso, hasta el cierre de esta edición, aún restaban 80 centímetros para llegar al nivel de alerta (6,80 metros). 

Progresivo

En Ituzaingó, ya el último jueves, el intendente Eduardo Burna había manifestado a este diario que el agua había reducido el espacio disponible en las distintas playas. Pero al día siguiente, el nivel del Paraná continuó en ascenso y por seguridad, la Prefectura Naval resolvió inhabilitar cuatro  de las seis playas: Mirador, Marcelina, Morena y la Bajada de la 7.

Y ayer, desde el citado organismo nacional, dispusieron el cierre de las dos restantes, Punta Norte y Paranaguá. Es que el río seguía en ascenso. Al cierre de esta edición, el nivel era de 3,10 metros. No obstante, desde la ciudad recordaron que el alerta rige recién a partir de los 3,50 metros.

Al igual que su par de Itatí, Burna manifestó que confía en que se cumpla el pronóstico, de que se trata de una creciente que no se extenderá en el tiempo. 

Primeros daños

También en la isla Apipé Grande, emplazada frente a la represa Yacyretá, el Paraná comenzó a avanzar. “Hasta ahora sólo evacuamos a dos familias que tienen sus casas en la zona costera: una fue alojada en el CIC y otra en las instalaciones de Turismo”, dijo a El Litoral el viceintendente, Juan Dacunda. Luego, agregó que “también el área de Producción estuvo recorriendo las diferentes zonas. Unas 15 familias ya perdieron sus chacras y corren riesgo varios oleros”.

Asimismo, destacó que “estamos en contacto permanente con la EBY (Entidad Binacional Yacyretá). Ellos estiman que el pico podría llegar el fin de semana. En este momento, en nuestro puerto el agua está a 3,18 metros”.

Precisamente para contribuir con el trabajo que está realizando el Municipio y realizar un diagnóstico de la situación, “mañana vendrán integrantes de Defensa Civil de la Provincia”, anticipó Dacunda, quien concluyó: “Todos confiamos en que esta creciente será pasajera. Esperamos que así sea para que no tengamos que sufrir más daños”.