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Encontraron el cuerpo del nene que había desaparecido con su papá en el río Paraná

El cuerpo del pequeño de cuatro años fue encontrado este viernes a la siesta y trasladado a la Morgue Judicial de Reconquista. Continúa la búsqueda del cuerpo de Pablo Ovando.

Por El Litoral

Viernes, 18 de abril de 2025 a las 16:11

Encontraron el cuerpo sin vida de Agustín Ovando, el pequeño de cuatro años desaparecido junto a su padre, Pablo Ovando desde el martes pasado. El hallazgo se dio este viernes a la siesta, y fue trasladado a la Morgue Judicial de Reconquista, Santa Fe.

El hallazgo se dio en la zona de “El Bolita”, a tres kilómetros rio abajo de donde había sido hallado el yate de Ovando. La aparición del cuerpo del chico se produjo en el marco del amplio operativo desplegado en la zona. Hasta el momento no hay novedades sobre el paradero del reconocido guía de pesca.

El yate en el que Ovando y su hijo navegaban fue encontrado el martes por la tarde, anclado a 25 metros de la costa, sin signos de violencia ni de intervención externa. Sin embargo, no había rastros de los tripulantes. La comunidad se mantiene en estado de vigilia constante desde la noche en que se activó la alerta. 

Ovando, de 44 años, es un reconocido guía de pesca y dueño de una empresa dedicada a la actividad pesquera en la zona del río Paraná, en Reconquista, provincia de Santa Fe Muy respetado en la comunidad por su experiencia y profundo conocimiento del río.

La principal hipótesis sobre la desaparición del guía y su hijo

Las tareas de rastrillaje se intensificaron durante la mañana de este viernes 18 de abril, en un amplio sector del río, desde la zona de El Angelito hacia el sur.

El intendente de Reconquista, Enri Vallejos, se sumó a las tareas de búsqueda y confirmó que varias embarcaciones colaboran con el operativo. Sin embargo, aún no se obtuvieron resultados.

La principal hipótesis que manejan los investigadores sobre la desaparición de Ovando y su hijo Agustín es la de un accidente: el niño habría caído al agua y el padre se habría arrojado para rescatarlo. Esta línea se refuerza por varios elementos: el yate estaba en perfecto estado, con la comida sin tocar, los equipos de pesca guardados y los chalecos salvavidas dentro de la embarcación.

“Todo estaba como si los tripulantes simplemente hubieran desaparecido en ese instante”, explicó el periodista Silvio Batistuta. Ovando era un guía experimentado, conocedor del río, y acostumbraba a tomar todas las precauciones. De hecho, tenía la costumbre de colocar los chalecos salvavidas apenas abordaban. Por eso llama la atención que ni él ni su hijo los tuvieran puestos esta vez.

*Con información de Aires de Santa Fe

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