n Escribir sobre el exorcismo en pocas líneas, tratando de resumir un tema tan vasto y polémico, no es fácil, sobre todo si tenemos en cuenta la serie de temores que existe al respecto en todo el mundo. Desde Zoroastro hasta las poseídas de Loudun, desde los archivos secretos de la Bastilla hasta las fórmulas mágicas y desde la época bíblica hasta la actualidad, siempre el demonio bajo muchas formas ha tratado de tentar al hombre. Ni el propio Jesús se salvó de esta tentación, pues cuando estaba ayunando durante 40 días en el desierto, se le apareció el diablo y le dijo llevándolo a la cima de una montaña: “Te daré todos estos reinos que ves si te postras y me adoras.” Propuesta que fue rechazada por Jesús. Lo más peligroso que tiene el diablo es hacernos creer que no existe. Ya San Pedro decía, no en balde “vuestro adversario, el diablo, es como un león rugiente que anda en derredor nuestro, buscando a quien devorar”. No en vano la Iglesia Católica implementó el exorcismo. La existencia del diablo es reconocida por los católicos de todo el mundo, como un dogma de fe. Al existir el bien, también tiene que existir el mal. Cualquier sacerdote, desde su ordenación, está capacitado para combatir el mal. Solo que algunos se especializan en exorcismos, como combatir al diablo con todas las armas a su alcance, aunque requiera antes la autorización del obispo de su diócesis. Pero los maleficios del diablo, como en el caso de los poseídos, se combaten eficazmente con la ayuda de Cristo.
El caso de monseñor Milingo
Existía un obispo africano llamado Emanuel Milingo, que era exorcista allá por la década del 90 y luchaba permanentemente contra los demonios, vivía en Roma, donde fue llamado por el Papa para que permanezca a su lado. Desde entonces ha emprendido una enconada batalla sin cuartel para librar de sus males a los poseídos por el demonio. Sus misas de curación reunían a verdaderas multitudes en Italia y sus intervenciones fueron catalogadas muchas veces como milagrosas. El obispo contó historias tremendas, casos de posesión en que las víctimas comenzaban a hablar en otros idiomas y blasfemaban contra la Iglesia y Cristo. Este hombre de raza negra recibió honores y agradecimientos por parte de importantes personas que fueron salvadas por su intervención. Nunca bajó la guardia para luchar contra el mal y luego, ya muy anciano, fue vencido por el tiempo.
Hace relativamente poco tiempo, en el año 1986, ocurrió un caso estremecedor, una chica alemana de 17 años, fue poseída por una entidad maligna, que la atormentaba constantemente, en los pocos momentos lúcidos que dejaban sus ataques de terror nocturno y los retorcijones que obligaban a su cuerpo a no tener descanso. “Epilepsia” diagnosticaron los neurólogos, que sin embargo no pudieron controlarla y lograr dar descanso a su cuerpo que no paraba de tener convulsiones y retorcijones. Con desesperación, los padres de Anneliesse Michel, así se llamaba la chica, buscaron a dos sacerdotes exorcistas. Tampoco tuvieron suerte. Luego de episodios muy confusos, en que presenciaron todo tipo de escenas muy desagradables protagonizadas por su hija poseída, comprobaron que no podían ayudar a la muchacha. Anneliesse murió el 1° de julio de 1986 y pesaba solo 35 kilos. Durante dos años anteriores a su muerte, dos sacerdotes, con la debida autorización de su obispo, habían intentado exorcizar a la joven según los rituales previstos por la Santa Sede en 1614. El caso fue llevado a los Tribunales y aunque el exorcismo no está contemplado en las leyes alemanas, los jesuitas exorcistas y los padres de Anneliesse fueron condenados a dos años de cárcel. El cargo que se les hizo fue “homicidio por negligencia y falta de asistencia a una persona en peligro”. El caso quedó en la memoria de sus padres como el de una poseída que no pudo encontrar la salvación. Muchas veces la realidad supera largamente a las mejores producciones de ciencia ficción de Hollywood.
Se filmaron en Hollywood películas muy taquilleras que marcaron records de espectadores en el mundo. Está el caso de El Exorcista, que marcó una época en todo sentido, basada en un hecho real, la película muestra lo más escalofriante del exorcismo. Protagonizada por Linda Blair, muestra crudamente muchas de las increíbles cosas que conlleva una persona poseída. Por supuesto, ayudada por trucos cinematográficos, no está muy lejos de la realidad. Una cosa curiosa: a la mayoría de los participantes de este film, no les fue muy bien después de terminada la filmación. Les pasó de todo, desde graves enfermedades, accidentes y hasta muertes. Otra película fuerte fue “Amityville” basada también en un hecho real, que cuenta la posesión que sufrió una joven de la localidad de Amityville en los Estados Unidos. También tuvo mucho sufrimiento ante una posesión diabólica. Un caso real que despertó la polémica en el país del norte y que marcó el inicio de las películas sobre exorcismo. Por eso decíamos que muchas veces la realidad supera a la ficción. Es el caso de estas dos películas mencionadas, que sin duda pasaron a la historia del género del terror en esta especialidad.
En nuestro país la legislación argentina encontró un escollo insalvable para legislar en temas relacionados con el demonio. En el Código Penal se condena a la brujería y a cualquier otro tipo de superchería. Pero nada dice del exorcismo, sencillamente porque es una cuestión que cae pura y exclusivamente dentro del ámbito de la Iglesia. Es más, si un exorcismo es practicado por un sacerdote, la ley no tiene ninguna ingerencia, porque esto se considera dentro del campo paranormal y sobrenatural y por tanto debe ser legislada por la Iglesia, es decir, El Vaticano. En fin, el tema es polémico y por ello no tiene una decisión definitiva.
