Vienen de lejos...y se mantienen en el tiempo.
Ya en 1909, un 9 de junio, desde “La Vanguardia”, Mario Bravo sostenía ...”qué valor tienen para mí, socialista, es decir, ciudadano de la Internacional, la bandera azul y blanca de este país?. Ninguno”.
Allá por los 70, los que pretendían imponernos “la patria socialista” también despreciaban a la bandera nacional.
Ayer nomás, en el acto efectuado en la Esma, la bandera nacional fue arriada para izar en el mástil un pabellón de plástico de la Asociación Madres de Plaza de Mayo.
Y hay otros casos por el estilo, algunos de ellos concretados en nustra ciudad.
Allá por el 2001, para el número especial de la Revista “Para Tí”, la entonces novia del ex-presidente Menem, posó desnuda envolviendo su cuerpo con una estola de piel sintética que imitaba a la bandera argentina.
Las evidencias de las faltas de respeto están a la vista sin que los ministros “del Interior” que se sucedieron en tal cargo, hayan dado cumplimiento a las disposiciones en vigencia (Dec-ley 10.302/44, Ley 23,208/85, Ley 22.520/92 y Dec 858/99) que imponen normas con respecto a los símbolos nacionales y el “condigno respeto y honor” con que deben ser usados.
Las siguientes preguntas surgen inevitablenmente. ¿Si nuestros símbolos patrios nos vienen desde el inicio de nuestra historia, por qué no los respetan? ¿Será porque Manuel Belgrano la hizo bendecir por la Iglesia Católica? ¿Por qué los partidos políticos se sirven de los colores patrios en las campañas el ctorales si leugo no se intersan por hacer respetar al símbolo más importante de nuestra nacionalidad?
CARLOS PEREZ GIMENEZ
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