- Ante todo, ¿qué es una carta astral?
- Algo que cubre un sector de la vida de las personas, pero teniendo en cuenta muchos factores, día y hora de nacimiento, país, lugar exacto, etc. Con esos datos y usando la previmetría (lo posible de suceder en función de múltiples factores), se confecciona la carta.
- ¿Cuál es el signo de la Presidente?
- Piscis. Nació el 19 de febrero de 1953 a las 12,15 del mediodía. Ese año, el Sol entró en Piscis un día antes, el 18. Por eso no es de Acuario.
- ¿Qué es lo más destacado de su caracter?
- Luna y Jípiter en Tauro, su ascendente, indican una desarrollada percepción que favorece la capacidad de aprender, aprovechar su fantasía creadora y apuntar a grandes proyectos sociales, políticos y financieros.
- ¿Un punto negativo?
- Su timidez. Pero la oculta. No le impide brillar con luz propia.
- ¿Es dual en algún sentido?
- No para manifestar sus sentimientos: quiere o no quiere (tiene a Venus en Aries).
- ¿Cómo actúa frente a los grandes problemas?
- Es de armas tomar (Marte en Aries).
-¿Flancos débiles?
- Quiere alcanzar metas altas (Sol en la Casa Diez; el Poder) y brillar por sus luchas y decisiones. Tiene el don de la palabra y la habilidad para persuadir.
- ¿Otro escollo?
- Sí. El riesgo de dejarse llevar por las primeras impresiones.
- ¿Qué debe hacer para impedirlo?
- Ser prudente, autocontrolarse, tener dominio de sí misma. Eso evitará que sus valores se diluyan frente a nimiedades.
- ¿Relaciones familiares?
- Plutón, en la Casa Cuatro (el Hogar y la Patria) en armonía con Neptuno, la inclina a un singular manejo del orden doméstico; su familia y sus allegados se someten a ella, una especie de caudillaje sobreprotector.
- ¿En estos días, qué momentos atraviesa?
-Urano transita sobre Piscis y eso genera sorpresas. Algunas muy buenas y otras, de entredichos e irritabilidad.
- ¿Tiene condiciones astrales para su altísimo cargo?
- La armonía de Mercurio con Júpiter en el Ascendente (o Primera Casa) entronca disposición, intelecto, memoria y voluntad. Esos factores la han llevado hasta donde está.
- ¿Salud?
- Debe prestar atención a los altibajos ligados a riñones, garganta y tiroides.
- ¿Tiene todas las riendas del poder?
- No, y creo que tardará un poco en lograrlo. Por ahora, sus esfuerzos y sus antusiasmos parten de una juventud fogosa, entusiasta y decidida. Pero sin la profundidad que otorgan la reflexión y la estrategia.
- ¿Peligros vinculados directamente con el ejercicio del poder?
- Es todo un tema. La carta natal del gobierno que preside muestra una excelente y triple armonía entre Marte, Saturno y Venus. No ,me refiero a su carta personal, pero también hay un preocupante “stellium” (coinco planetas dentro de Sagitario) reunidos en la Casa Ocho. En el Medioevo de la Casa Ocho estaban ligadas a las confabulaciones, los cambios, el fín de un ciclo.
-¿Algo inevitable?
- No. Si prevalece el criterio más justo y objetivo, neutralizará los desafíos y hasta el amago de una rebelión interna. Pero, cuidado, porque la obstinación y la falta de flexibilidad pueden desembocar en enfrentamientos y quién sabe con qué consecuencias.
- ¿Qué debe hacer como contrapartida?
- Ordenar muy bien sus ideas, llamarse a silencio y detener las nuevas frustraciones colctivas. Eso puede llevar al País al apogeo económico y a la estabilidad.
- ¿De lo contrario?
- El momento más adverso podría presentarse alrededor de la segunda quincena de setiembre; acarrearía cortes abruptos de la libertad de prensa, la Justicia cayendo en un pozo ciego, la hiperinflación. Y en ese caso, con durísimas consecuencias.
- ¿Antídotos?
- No es sencillo encontrarlos, pero existen. Cordura, sinceramiento y sobre todo, pactos efectivos y novedosos (Venus en la Casa Siete es, justamente “de los acuerdos”). Con eso es posiuble controlar siutaciones muy extremas. Y en la carta de Cristina, Saturno está en Virgo.-
- ¿Qué astro conspira contra ella?
- El astro más significativo en este caso es Saturno (el de la senectud y madurez) y ella llegó muy joven al poder.
- Suena fatalista...
- No. Puede encauzar su gobierno si lo divide en dos tiempos. El primer es el de la juventud, el boato, la vanidad, el lucimiento. El otro, el fundamental,es el de la renuncia a todo eso y la absoluta dedicación a los demás. Ya quemó mucho en la primera etapa y va contra la corriente astral: cuidado...porque puede romper el motor del coche. Pero si pasa a la segunda etapa, con suficiente anticipación, sorteará el peligro.
- ¿Ese momento puede exigirle una decisión extrema?
- Sin duda. Hasta un cambio total de gabinete.-