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La suerte de Macri es mejor que la de De la Rúa

Por Pablo Tigani

Publicado en ambito.com

Gracias a Dios para los argentinos, aunque la situación social que vive el país es mucho más crítica que 2001, “la suerte” del presidente Macri es mejor que la de Fernando De la Rúa. La crisis actual es la crisis económica y social más grave desde la salida de la convertibilidad y el default. Tolerada y contenida por la esperanza que se generó a través de la derrota de Cambiemos en las Paso por algo más de 15 puntos.

Esta fue la razón que forjaría la esperanza de un verdadero cambio en las políticas públicas. Han sido parte de esta sensatez, moderación y comedimiento, el espacio político ganador, el sindicalismo y los movimientos sociales, quienes han contribuido junto con los medios a que el gobierno del presidente Macri no termine como el de Fernando De la Rúa. En términos de desempleo, al límite del mandato presidencial nos estaremos aproximando a 12%, alrededor de 40% de pobreza, técnicamente estamos en default, con el doble de endeudamiento y menos reservas.

En la crisis mundial de los años treinta, el desempleo en la Argentina alcanzó 13%. Por primera vez en la historia argentina, en 2001 había varios millones de personas que sufrían hambre. Esta es la segunda vez en menos de 20 años, con la sanción de una Ley de Emergencia Alimentaria, votada por el oficialismo. Situaciones sin precedentes en un país que en 2001 producía alimentos para 300 millones de personas. Hoy la Argentina produce alimentos para 400 millones, según el presidente Macri.

Luego de la explosión del dólar, durante el primer cuatrimestre de 2002, la inflación promedio había superado el 20% -menos que en los últimos seis meses de 2019-. Luego del estallido y no antes, la canasta familiar básica, que llevaba tanto el Indec como las asociaciones de consumidores, daba cuenta de aumentos de entre el 50% y el 60% en el precio de los consumos básicos de una familia promedio, donde el peso de los alimentos era muy relevante. 

Pero en el caso de la canasta de subsistencia, que es la que consumía el 14% de la población que estaba en la indigencia o pobreza extrema, la situación era realmente crítica. Esa canasta, que estaba integrada en un 80% por alimentos básicos y un 20% por medicamentos, constituía el único consumo de los sectores con menores ingresos. Quienes consumían sólo alimentos básicos y algo de medicamentos -las cámaras del sector daban cuenta de un aumento de 120% en el precio promedio de los mismos- que eran los más pobres, los que habían soportado una mayor inflación.

En tiempo de Duhalde la devaluación llegaría al 300% -después de 11 años de estabilidad- y, en consecuencia, resultaba inevitable el traslado a precios en alimentos básicos y medicamentos, cuya relación con el precio del dólar estaba muy estrecha. Por esa razón, el gobierno de Duhalde estableció la Ley de los Genéricos -agosto de 2002- y las retenciones.

Hoy todos los indicadores son una pesadilla, la devaluación en solo 4 años supera el 550% y un sinnúmero de medicamentos elementales superan la devaluación. En 2001/2002 esta era la variable más crítica en términos sociales y la que podía llevar a un estallido más violento, en la medida en que la inflación siguiera aumentando, sin que la economía se reactivara. Alberto Fernández ya lo vio y prometió resolverlo. Conjeturar lo que hubiese sucedido en 2020 con el plan: “lo mismo pero más rápido” (Macri). Es fácil entender cuando dicen: “perdimos pero ganamos”.

En conclusión, la posibilidad de que Macri continuara y tuviera lugar una profundización de la recesión, iba a poner a la Argentina frente al riesgo de un estallido social violento, agravado respecto al que vimos en Chile. Las cifras de desempleo actuales y la falta de horizonte político claro para resolución de la crisis, terminarían llevándose puesto al mejor equipo suplente de los últimos cincuenta años. Macri, experimentando la paradójica derrota que tanto lo enojó, ha sido provisto de una inconmensurable y providencial escapatoria en medio de las llamas.

(*) (Máster en Política Económica Internacional, doctor en Ciencia Política, profesor de Maestrías, conferencista y consultor internacional. Presidente de Hacer: www.hacer.com.ar, autor de 6 libros, con: “2001, FMI, Tecnocracia y Crisis”.

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