Tobuna llegó a El Impenetrable para atraer a un yaguareté

El 3 de septiembre la fundación The Conservation Land Trust dio a conocer que por primera vez en el parque nacional El Impenetrable del Chaco fueron encontradas huellas de yaguareté. Para encontrarlo, se instalaron cámaras trampa que lo ubicaron en la espesura a mediados de mes.

Ahora, la organización creada por Douglas Tompkins con especialistas que desarrollan diversos trabajos en Corrientes y en Chaco, se propusieron atraer al yaguareté de la provincia vecina, con un señuelo biológico: Tobuna, la primera hembra que se reintrodujo en los esteros del Iberá.

Este juevesllegó al bosque la hembra, que fue alojada en un corral construido especialmente para el caso.

Y no hay plazos para la misión. Tobuna permanecerá en El Impenetrable el tiempo que el macho se le acerque y los biólogos puedan ponerle un collar con el que podrán monitorear sus desplazamientos.

"Con solo unos 250 ejemplares silvestres, cada individuo silvestre cuenta", explicó CLT en su cuenta de Facebook, al dimensionar la importancia de proteger al animal que deambula por el monte.

“Resulta muy importante haber confirmado este registro, pero un solo yaguareté en esta zona del Impenetrable de ninguna manera augura un futuro muy promisorio para la especie. Se deben tomar otras medidas tendientes a su conservación y, mientras estas medidas se discuten, lo mejor es que el animal permanezca a resguardo en el Parque Nacional. Para intentar que este macho no siga dispersando a lugares potencialmente peligrosos accionamos en tiempo récord para poder llevar a

Tobuna a un recinto que construimos dentro del parque nacional. La presencia de esta hembra será la mejor forma de intentar mantenerlo dentro de los límites del área protegida”, comentó Sebastián Di Martino, director de Rewilding de CLT Argentina.

Tobuna es una hembra de yaguareté adulta que llegó al CRY hace más de cuatro años atrás. Es la madre de Tania y abuela de Arami y Mbarete, los primeros cachorros nacidos en la provincia de Corrientes tras más de medio siglo de extinción.

En el Impenetrable, vivirá por un tiempo en un corral de 10 metros de largo por 5 de ancho que el equipo de Rewilding construyó en apenas dos días. Allí se instalaron cámaras de video que serán monitoreadas por personal de la estación biológica El Teuco que opera la fundación, a 3 kilómetros del corral.