La economía pondrá el ritmo de la nueva normalidad en pandemia

El Gobierno de Gustavo Valdés repasa números de una carpeta cargada con las estadísticas que deja la pandemia en Corrientes y diseña nuevas directrices que estimulen la recuperación económica sin que empujen hacia arriba las curvas de contagios y muertes por coronavirus. Mientras tanto, estudian el mapa de un laberinto para el que todavía no hay salida: el retorno a las aulas.

Los números dados a conocer ayer por el Indec sobre pobreza e indigencia fueron escuchados en Casa de Gobierno con el eco de la crisis de la covid-19.

Y repiten:  “La cuarentena estricta no evita la pandemia, la posterga”.

Un funcionario de diálogo cotidiano con el gobernador confió ayer a El Litoral que hay una decisión tomada para avanzar en la mayor cantidad posible de aperturas de actividades, dado el tiempo transcurrido en pausas que, si bien garantizaron la oxigenación del sistema sanitario, no permitieron la continuidad de la acción económica.

Se trata de una situación que atraviesa a Corrientes, como al país y al mundo.

Las garantías que se establecieron para la salud pública se reflejan en números que aportan tranquilidad a los colaboradores de Valdés.El índice de movilidad de la ciudadanía y la cantidad de test tanto como la de positividad de resultados, son fundamentos fuertes para asegurar que la pandemia está controlada.

Un dato simplificador pero a la vez gráfico es que el promedio diario de 20 casos nuevos permite mantener la curva bajo control, aún cuando haya repuntes por brotes que dejen rastro y permitan a los operadores de la crisis conocer la trazabilidad.

Y si bien en el Poder Ejecutivo subrayan que las muertes de pacientes con coronavirus representan “la mayor complicación”,  el Registro Civil les puso sobre los escritorios un dato clave.De marzo a agosto de 2019 en la provincia hubo 3.640 muertes, de las cuales 1.200 fueron por afecciones respiratorias. En el mismo periodo durante 2020 se confeccionaron 3.545 actas de defunción.

Por eso,  con la inevitable llegada y partida de aviones, tanto como de micros de larga distancia, durante octubre las autoridades entienden que en vez de viajar en camión el virus podría llegar en el transporte de pasajeros.

Mientras cosechaba esa información, el jefe del Poder Ejecutivo analizaba cuántas camas y respiradores están disponibles, de modo que, junto con el personal, se cuantifique un respaldo sanitario suficiente para afrontar un eventual rebrote.

En el entorno oficial no hay dudas de que la pandemia seguirá condicionando al menos seis meses más.

Por eso, si bien se planean más aperturas, también se insistirá con el refuerzo de los centros de atención. En los próximos días, por ejemplo, se anunciará oficialmente la apertura de un call center con un concepto “proactivo” y que mejore la experiencia para no generar un incremento en la demanda de los servicios de salud.

A la vez, se establecerá una nueva modalidad de comunicación de los casos positivos, luego de que se ajustara la notificación de los negativos, que se realiza a través de la página web oficial.

En tanto que los colegios representan el mayor dolor de cabeza, no solo por los contenidos y circunstancias de la vida escolar, sino también -por ejemplo- por el desahucio económico de los jardines privados.

Las posibilidades de retomar la presencialidad están muy lejanas y el radicalismo gobernante en Corrientes comenzó a mascullar el signo del sindicalismo como un factor de incidencia en la continuidad de los candados en las escuelas.

“El costo más alto es el de la educación, del que menos se habla y del cual menos se sabe cuándo se podrá recuperar”, dijo ayer a El Litoral un ministro provincial.