29 de octubre

Por Juan Carlos Raffo

Corría el año 1840... y el general Juan Lavalle, quien había partido de Corrientes en el mes de febrero al frente del 2º Ejército Libertador, se apoderaba de la ciudad de Santa Fe. 

Lo hacía al frente de las tropas con las que meses atrás había luchado contra Pascual Echagüe en Don Cristóbal primero, el 10 de abril de ese año y más tarde en Sauce Grande, el 16 de julio. 

Para esta fecha volvía de Buenos Aires, hasta donde había llegado con todo el poder de este ejército que le había provisto Corrientes, y nunca la historia develó con rasgos nítidos el por qué Lavalle no lo atacó a Rosas en esa oportunidad.

Cuando tomó la ciudad de Santa Fe puso en prisión a toda la guarnición federal que se encontraba en la capital de esta provincia. Esta acción de Lavalle obligó al gobernador de Entre Ríos Pascual Echagüe a ubicarse con su ejército de 2.000 hombres en las cercanías de Santa Fe, siempre sobre la costa entrerriana. 

Esto alivió la situación de Corrientes, porque el general Paz recién estaba organizando el nuevo Ejército de Reserva que el gobernador Ferré autorizó, dado que Lavalle, al frente del otro ejército y contrariando la decisión del gobernador correntino, se había alejado de la provincia en busca de Rosas, dejándola totalmente desguarnecida.