Relaciones Públicas e Independencia: el Plan de Operaciones

Por Federico Forastier(*)

Especial para El Litoral

Que el gobierno provisional de las Provincias Unidas del Río de la Plata debe poner en práctica para consolidar la grande obra de nuestra libertad e independencia”.

Estas son las primeras palabras que eufóricamente se dejan leer del Plan de Operaciones del gobierno de la Junta Provisional de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Algunas cuestiones me permiten pensar que este Plan fue la primera campaña de Relaciones Públicas y que Mariano Moreno es el padre de la materia en lo que hoy es Argentina.

Difícil es reflexionar y escribir acerca de un documento que tanta controversia posee, pero esa podría ser la base de nuestra independencia, sueño e imaginación.

Este polémico Plan trazaría los pensamientos y acciones fundacionales del deseo de “justa y completa libertad” que el 9 de julio de 1816 se consolidaron. 

El Plan posee todo los elementos de una campaña: metas, objetivos, públicos, estrategias, tácticas, control y evaluación; sin dejar de lado planificación, organización y ejecución. Un ejemplo de estrategia podría ser: Artículo 1° – En cuanto a la conducta gubernativa más conveniente a las opiniones públicas, y conducente a las operaciones de la dignidad de este gobierno, debe ser las que instruyen (...) Así sucesivamente, el Plan está lleno de los elementos que hacen a las Relaciones Públicas. 

Si bien la campaña poseería cuestiones económicas, casi en su totalidad se trata de estrategias propagandísticas, marketing político, relaciones diplomáticas. Un documento cargado de signos y símbolos comunicacionales, con una gran orquestación verbal y hasta códigos de ética; una especie de identidad corporativa del nuevo Estado: filosofía y cultura organizacional gubernativa: 

“La verdad es el signo más característico del hombre de bien; la resignación, el honor y la grandeza de ánimo en las arduas empresas, son las señales más evidentes de un corazón virtuoso, verdadero amante de la libertad de su patria”. 

Una de las dudas sobre el documento es la autoría de Mariano Moreno, el ideólogo de la revolución y principal embajador del jacobinismo en las costas de Buenos Aires. No importa si no fue él quien con puño y letra redactó el Plan, lo que si prevalece es su rol ante los primeros sucesos que culminaron en este día de festejo patrio. Mariano Moreno fue el líder de la Revolución propiamente dicha. Fueron principalmente sus conocimientos e ideas sociales: pensamientos emparentados con las de Rousseau, Voltaire o Montesquieu. Tal como reflexiona Norberto Galasso en “El Sabiecito del Sur”:

 “La polémica no tiene por objeto quitar o agregar méritos a Moreno, en favor o detrimento de otro compañero de causa, sino probar que ese movimiento revolucionario tuvo un programa (...) que intentó concretar la instauración de ese “nuevo sistema” donde los objetivos fundamentales eran la soberanía popular, las reivindicaciones democráticas (...)”.

El Sabiecito del Sur no fue el único, tuvo otros relacionistas públicos a su lado y bajo el ala de sus ideales; algunos de ellos fueron Belgrano y San Martín, quienes tenían de ídolo al Secretario de Gobierno y Guerra; también fueron parte del Morenismo: Juan José Castelli, Rodriguez Peña, Bernardo Monteagudo y Juan José Paso, el “gestor de los negocios”. 

Pensar en el Plan de Operaciones y a Mariano Moreno desde las Relaciones Públicas es reivindicar sucesos, frutos y actores sociales del proceso de nuestra Independencia, de nuestra actualidad y de nuestro futuro. 

(*) Estudiante de Relaciones Públicas en Uade. Mánager Red Iberoamericana de Relaciones Públicas.