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Pérdidas incalculables

La situación del campo correntino es realmente crítica. La sequía y los incendios de este verano dejarán déficits millonarios a los productores y a la economía regional. Coninagro elaboró un relevamiento, pero las pérdidas aumentan con el correr de las horas y el pasar de las llamas.
 

Por El Litoral

Miércoles, 16 de febrero de 2022 a las 01:00

Las graves consecuencias que traen aparejados los incendios, la sequía e inclemencias climáticas, fenómenos que están arrasando con actividades productivas en la provincia de Corrientes. Para indagar en detalle, la Confederación Intercooperativas Agropecuarias (Coninagro) relevó un estudio con números provistos por técnicos y productores que cuantifica los serios daños que están padeciendo en esas zonas y cómo afecta esta crisis a las economías productivas. En este informe, datos y testimonios que configuran una realidad muy compleja.
En un primer pantallazo, los números que arroja el estudio indican pérdidas de $5 mil millones para el sector arrocero, en tanto, que por la seca de yerbales, dimensionando solamente las plantas ese sector ya perdió $472 millones (se calcula que fueron afectadas plantas de 0 a 10 años de edad en unas 1200 hectáreas a 400 mil pesos la hectárea).
Por su parte, la ganadería estima pérdidas por disminución de producción que alcanzan los $3.500 millones de pesos, y la mortandad de animales se estima en 70.000 cabezas, lo que supone $5.200 millones perdidos. Además, vale considerar que cada punto de preñez menos son 20.000 terneros menos en la provincia, lo que implica $9.600 millones en total.
“Por la sequía estamos padeciendo una situación inédita para la provincia y para nuestra zona, donde no llueve desde el 15 de noviembre y tenemos en promedio temperaturas que rondan los 40-44 grados con apenas 15/17% de humedad. Excepto algún registro o dato que nos comentan nuestros abuelos sobre una crisis del año 44/45, no tenemos precedentes de tal magnitud. Por los incendios y la falta de agua, Corrientes es un desastre y estamos desesperados. Se está devastando la provincia de Corrientes“, explicó Orlando Stvass, que es tesorero de Coninagro y representa a la Cooperativa Agrícola Colonia Liebig, marca que elabora yerba mate en Corrientes.
Sobre las zonas afectadas, Stvass indicó que “la yerba está en una situación compleja. En Corrientes ya hemos perdido un 60% de la producción para el 2023. Se viene una situación difícil. En 2022 tenemos el stock asegurado, porque debe estar de 9 a 12 meses estacionada”.

Sobre el desánimo de productores y las perspectivas a futuro, el productor y dirigente aseveró: “Se están muriendo las plantaciones nuevas que tienen desde 0 a 10 años. Los últimos años tuvimos buenos precios que pudimos trasladar a toda la cadena de valor y así aplicar tecnología, pero esas inversiones también se están perdiendo. Nos pegó durísimo, esto nos hace volver 10 años para atrás, porque el proceso de producción lleva tantos años que los productores no tienen ganas de insistir”.
Por su parte, el presidente de Coninagro, Carlos Iannizzotto cuestionó la falta de “políticas de Estado activas”, al mencionar: “hay políticas operativas pero lo que necesitamos son políticas estratégicas, integrales y que sean ejecutadas, en otras palabras, necesitamos un Estado presente pero que llegue antes, no que llegue después. Esto es lo que refleja que cuando solicitamos políticas de Estado a largo plazo es para prevenir y evitar este tipo de desgracias”, a lo que agregó: “mencionamos nuestra preocupación por el daño imposible de cuantificar que está sufriendo el ambiente y la biodiversidad en vastas zonas protegidas y de reservas”.
 

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