Con una mediadora judicial capacitada en lengua de señas, dos personas alcanzan un acuerdo

Una mediadora judicial de Corrientes, capacitada en lengua de señas,  facilitó la comunicación de dos personas sordas que intentaban alcanzar un acuerdo por alimentos y visitas para los tres hijos que tiene en común.

En el Centro Judicial de Mediación de Capital, una expareja encontró solución a su conflicto y arribaron a un porcentaje en concepto de alimentos y se comprometieron a establecer una comunicación continua, respetando los tiempos de los niños y las actividades laborales de cada padre. Todo el proceso se llevó a cabo en lengua de señas para garantizar la “plena escucha”.

La causa comenzó en el juzgado de Familia, Niñez y Adolescencia N°2 y de allí fue derivada al Centro Judicial de Mediación. En el acuerdo las partes arribaron a un porcentual del 35% del neto que percibe el papá por los alimentos a favor de los tres hijos. Además de escolaridad, proporcional del SAC, y Obra Social para ellos.

La mediadora que intervino, fue la doctora Alejandra Isabel Espíndola, capacitada en lengua de señas por el Centro Judicial de Mediación y participó de las tres audiencias que se hicieron en modalidad hibrida de facilitación/presencial para alcanzar el acuerdo.

ediante un acuerdo al que arribaron dos personas sordas en el Centro Judicial de Mediación, fijaron una prestación alimentaria para los tres niños y un régimen de comunicación amplio a fin de que los pequeños puedan tener relación continua con sus padres.

Todo el proceso se llevó a cabo con una intérprete en lengua de señas, integrante del Poder Judicial, quien facilitó la comunicación. Durante las audiencias se estableció “plena escucha” entre ellos, ya que cada uno respetó los tiempos del otro y lograron eficiencia y eficacia al transmitir tanto sus sentimientos como sus emociones, con el fin de lograr un acuerdo posible en cuanto al cumplimiento real del mismo, fortaleciendo el vínculo con los niños y poniendo fin al conflicto.

De esta forma fueron las personas que padecían el problema las que lo solucionaron, fomentando así la “Cultura de Paz” que se promueve a través de la mediación.

Intervino en el caso la Asesoría de Menores N°3 por los pequeños de 7, 9 y 12 años quienes no son personas con discapacidad. También colaboró la hermana de la mamá de los chicos (tercero referente afectivo de la actora) y la profesora de Educación Especial, Maricel Vallejos del Área de Capacitación del Poder Judicial.

Sobre el derecho a comunicación, ambos acordaron que éste sea amplio y fluido a favor del papá priorizando el interés superior de los tres hijos. 

En este marco se comprometieron en que la comunicación paterno-filial, se haga de manera continua, respetando los tiempos de los menores en lo que respecta a sus actividades curriculares y extracurriculares, como también las actividades laborales de cada padre con el fin de fortalecer el vínculo familiar.