¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

PUBLICIDAD

Panorama complicado

El Inta detalló la situación de la ganadería, la actividad forestal y la producción de arroz, teniendo en cuenta la sequía que afecta a Corrientes. Problemas actuales y proyecciones no muy alentadoras, a pesar de que la Niña comenzaría a mermar en las próximas semanas.

 

Por El Litoral

Miércoles, 01 de febrero de 2023 a las 01:00

La sequía que afecta a la provincia de Corrientes repercute en gran medida en los sectores productivos. En medio de un déficit de precipitaciones que se viene acumulando desde hace tres años, los técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) realizaron un informe pormenorizado de la situación de tres de las cadenas productivas más importantes, como la ganadería, el arroz y la actividad forestal.
En ganadería, desde el grupo de Ganadería Subtropical de la EEA Inta Corrientes explicaron que la falta de lluvias repercute directamente sobre la disponibilidad de aguadas para la hacienda, y se observan problemas de cantidad y calidad de agua, algunos ríos internos cortados o secos y retracción de los bañados y esteros.
Respecto de la oferta forrajera, la producción de forraje fue calculada por el grupo de producción vegetal de la EEA Inta Mercedes y los resultados son extrapolables a toda la provincia. Las condiciones climáticas del verano, especialmente precipitación y temperatura, determinaron un balance hídrico muy por debajo de lo normal para los meses de enero, febrero y marzo, esto provocó una significativa reducción de la tasa de crecimiento de los recursos forrajeros.
Según explicaron, la producción de forraje del campo natural se redujo aproximadamente un 60% y un 80% para los meses de enero a marzo. “Si consideramos que durante estos meses se produce el 40% del total de forraje del año, esto evidencia que habrá menos alimento para los animales”, señalaron.
“Puede verse que la acumulación de forraje hasta noviembre de 2022 fue muy inferior a la media y por debajo incluso a la de 2021, año que también fue extremadamente seco”, explicó el informe, donde agregaron que “esa menor acumulación de materia seca se explica, en gran proporción, debido a que se inició el año con menos reserva de forrajes por la sequía e incendios y a la baja tasa de crecimiento de los pastizales durante el primer trimestre del año”.
Según las estimaciones, la provincia cuenta con 1500 kilos menos de materia seca por hectárea. Haciendo una proyección de la situación y teniendo en cuenta la demanda de forraje para la provincia, se considera que la deficiencia de forraje acumulada a fin de año será de un 45 a 50%. 
“A esto se debe sumar el aumento de la proporción de suelo desnudo, disminución en la proporción y muerte de gramíneas, lo cual conlleva al aumento de especies de hoja ancha no apetecibles por el ganado (miomio, renovales, cardos, bromelias, tutía, entre otros). Todas estas condiciones nos llevan a concluir que, una vez iniciada las lluvias, la recuperación de los pastizales naturales va a ser lenta”, explica el informe.


Arroz
En cuanto a la campaña arrocera, desde el Inta explicaron que la superficie nacional sembrada es similar a la campaña pasada (superior a 200 mil hectáreas según la Secretaría de Agricultura).  Los costos internos en constante alta, las sequías y un estancamiento de los precios locales del arroz cáscara son las razones para que el cultivo no exprese mayores superficies.
En Corrientes el total de la producción se realiza bajo riego, siendo la provisión de agua diferente según de que zona se trate. Las condiciones climáticas influyen en la producción, no solo por su efecto en el crecimiento y desarrollo del cultivo, sino además por la importancia de las precipitaciones para la acumulación de agua en las represas. La campaña transcurre durante un fenómeno Niña, tendiendo luego nuevamente a la neutralidad.
En Corrientes gran parte del área se riega a partir de represas, cuya recarga depende exclusivamente de las lluvias. Represas que se concentran en las regiones Centro Sur y Costa del Río Uruguay2 . Estas áreas son las que tienen más complicada la disponibilidad del recurso, con disminución variable en los espejos de agua, pero en algunos casos extremo (represas secas). Simultáneamente se presenta otro inconveniente: la disminución de volúmenes trae aparejado el aumento de la salinidad y conductividad eléctrica del agua con la consecuente disminución de calidad para su uso (riego, aplicaciones, etc.).
El informe también detalla la situación en los grandes ríos. “La bajante del río Paraná, de características extraordinarias por su magnitud y persistencia, comenzó a retornar a condiciones normales”, explicaron. En cuanto al río Uruguay, en el último año se observaron situaciones extremas en sentidos opuestos: invierno con alertas por exceso, mientras que actualmente se encuentra por debajo del nivel considerado de aguas bajas. 
Las recomendaciones generales para esta campaña arrocera, son tener en cuenta y evaluar calidad de agua; eliminar pérdidas en taipas rondas; priorizar el riego en los lotes que aún estén próximos a floración.
Asimismo, señalaron que hay indicios algo alentadores para el trimestre enero-febrero-marzo 2023, el pronóstico de precipitaciones para la provincia se encuentra dentro de las medias esperadas, con posibilidad de precipitaciones normales (ICyA-INTA). Se espera recuperar valores normales de precipitación, luego hasta el mes de junio se observan valores de ENOS Neutral (El Niño Oscilación Sur sin presencia de excesos o déficit), luego del cual existe una mayor probabilidad de empezar un ciclo “El Niño” con lluvias superiores a lo normal para nuestra zona (IRI).


Forestal
También los técnicos del Inta detallaron la situación del sector forestal de la provincia. El evento extraordinario de sequía que abarcó el noreste de Argentina pero que se focalizó en la provincia de Corrientes, tuvo un impacto negativo importante sobre las plantaciones forestales que generaron preocupación en productores y autoridades provinciales, quienes en conjunto, solicitaron a las instituciones de investigaciones técnicas vinculadas a éste ámbito productivo un estudio detallado que permitiera identificar las causas, determinar el alcance y cuantificar pérdidas por este fenómeno.
A pesar de la magnitud extraordinaria del evento climático, la superficie de plantaciones de pinos afectada alcanzó las 10.543 hectáreas y se pudo constatar que en su mayor parte fueron plantaciones en sitios de menor aptitud para el cultivo. 
La provincia de Corrientes está atravesando aún hoy un período de sequía muy prolongado, de casi 3 años, que por su magnitud y duración y debido a que durante el verano 2021/22 se asoció con una intensa ola de calor, se transformó en un evento extraordinario que afectó a todos los ecosistemas de la región. Así, este evento causó no sólo la desecación de una enorme superficie que afectó la flora y fauna natural, siendo principal factor causante de incendios rurales, sino que también se observó un impacto sobre casi todas las actividades agropecuarias, afectando varios cultivos, tanto anuales como perennes, inclusive a las plantaciones forestales.
Dicho grupo de profesionales, luego de varios meses de trabajo de gabinete y a campo, presentaron hace pocos días un informe técnico que contiene los principales resultados preliminares, hipótesis y sugerencias:
Para poder estudiar la magnitud del impacto climático en las plantaciones se desarrolló una herramienta que analiza la información de terreno generada con imágenes satelitales. Con esta herramienta se determinó un total de 10.543 hectáreas (82,8% en pinus, 15,8% Eucalyptus spp. y 1,4% otras especies) fuertemente afectadas, y 24.202 hectáreas con menor grado de afectación en la provincia de Corrientes.
La mortalidad se identificó con mayor frecuencia (50,5 %) en lotes de Pinus taeda de mayor edad. Esta herramienta no solo permite estimar el grado actual de forestación, sino que también, pude ser muy útil para monitorear cambio del estado sanitario de las mismas en el tiempo.
Si bien la mortalidad en algunas plantaciones de Pinus taeda fueron prácticamente a nivel de lote completo, se estudiaron casos de árboles sobrevivientes, analizando las tasas de crecimiento de ellos y de los que murieron producto de la ola de calor y sequía. 
Se observó que en varias zonas donde Pinus taeda y Pinus elliottii fueron dañados por el fenómeno climático, el pino híbrido (Pinus elliottii x Pinus caribaea) no fue afectado o resultó muy poco perjudicado. Este conocimiento indicaría que, en aquellos sitios con restricciones moderadas a altas podría implantarse Pino híbrido como una muy buena alternativa de corto plazo, ya utilizada por algunos productores.
“Con una visión de largo plazo se considera importante introducir materiales genéticos procedentes de fuentes de semilla con reconocida tolerancia a estos fenómenos adversos a efecto de incorporar dicha tolerancia o resistencia a las actuales poblaciones de producción de alto rendimiento y calidad de pino taeda disponibles en la región”, señaló el informe.
 

Últimas noticias

PUBLICIDAD