El domingo 26 de marzo Mauricio Macri sorprendió al país diciendo que no sería candidato a la Presidencia de la República. El impacto en la mayoría de la opinión pública fue favorable. Su actitud antepone el interés de las soluciones reales para el país, por encima del ego, el interés o la aspiración personal.
El gesto es positivo. Sobre todo en momentos en que el escenario político del país nos muestra un desgaste de la imagen de los políticos en general, que luchan por apetencias de candidaturas, antes que por satisfacer el interés general del pueblo.
La decisión vigoriza a Juntos por el Cambio y sus principales candidatos y debilita aún más al Frente de Todos. Así lo reconocieron políticos de distintos sectores, periodistas, empresarios, entre otros. En la jerga futbolera, tan de moda, Macri renunció a ocupar el lugar de Messi para ubicarse en la de Scaloni. El armador que saca lo mejor del mejor y saca lo mejor de todos, para lograr eficiencia y llegar al triunfo para bien de todos. Es una tarea trascendente que hay que valorar en su justa dimensión y ojalá tenga éxito.
Por otro lado han habido expresiones negativas hacia Macri, diciendo que se bajó porque no le daban los números. No creo en esa opinión. Macri después de su derrota en el año 2019 (con 31 % de los votos en la primera vuelta y 41 % en la definitiva) creció ante la opinión pública. Destacó aciertos de su gestión. Reconoció errores y se ubicó en el nuevo tiempo. Creo que si hubiera sido precandidato habría perdido volumen contendiendo con sus exsecretarios, pero aun así tenía las de ganar en la interna y ante el Frente de Todos sin ningún candidato de relieve. Pero la decisión que tomó fue la mejor para él y para el país.
En medio del desgaste de la dirigencia político el gesto de Macri reconforta. Además en el Frente para el Cambio se lograron acuerdos en Córdoba, Salta, está en marcha en Mendoza al decir de algunos de sus dirigentes, mejoran las perspectivas en la Ciudad de Buenos Aires y en Santa Fe y otras provincias.
La madura actitud de Espert en la Provincia de Buenos Aires, con el diálogo constructivo con el Frente para el Cambio, dan mejores esperanzas de éxito sobre el Frente de Todos, último reducto importante que pelea el Kirchnerismo.
Y hay avances con los equipos calificados que analizan los caminos de solución para “hacer realidad el cambio en beneficio de todos”, ubicar al país en el mundo, salir de la inseguridad, la pobreza, la inflación y el deterioro general.
En síntesis, me halaga el gesto de Macri y soy optimista sobre el futuro del país. Pero el resultado depende de todos nosotros. No debe haber desertores ni vacilantes.
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