Querido Carlos:
Estamos hoy aquí para darte el último adiós, con el alma conmovida por tu inesperada partida al reino de Dios.
Jamás hubiéramos imaginado este momento que estamos viviendo tan triste!!!
Que nos recuerdan las enseñanzas de los filósofos de todas las épocas, "que nacemos para morir", y que la vida es aventura, que no depara, como toda aventura, momento felices y desdichados como este.
Morir es un paso hacia una estancia superior, en tu caso Carlos, vos en este momento estarás muy bien. En este mundo terrenal cumpliste con creces las obligaciones que pesan sobre todo hombre que debe cumplir es sociedad. Vivir y obrar con alma laboriosa y solidaria, pensamiento y acción.
Carlos fue todo un hombre, generoso, trabajador, padre de familia, íntegro, transparente, abierto de espíritu y en todo momento amigo de sus amigos, con un espíritu solidario y comprometido que lo llevó a abrazar la política a la que interpretó en su verdadero sentido. Se puso al servicio de ella sin servirse de ella, poniendo todo su saber y energía en pos del progreso de Corrientes, cuyo pueblo amaba.
Carlos tu muerto es solo física, vos partís a otro reino, pero acá queda mucha gente que contrarrestará esa ausencia física, haciendo que vos no mueras, porque permanecerás constantemente en el pensamiento y corazón de tus familiares, amigos y conocidos que siempre te tendrán presente.
Aquí están: Pelusa, Victoria, Uge y tus nietos, que pueden sentirse orgullosos del esposo, padre y abuelo que fuiste.
Tenemos gratos recuerdos que son muy queridos, en donde participamos nosotros como amigos, ya sea en tu quinta o en tu casa del centro, que nos acompañarán mientras vivamos y que hacen que las personas queridas no mueran definitivamente, porque sus virtudes sobrepasan y vencen la muerte.
Vos sobrevivirás porque tu recuerdo permanecerá en el corazón y mente de cada uno de los presentes.
Que Dios y la Virgen te reciban con los brazos abiertos, como hombre justo y ejemplar que fuiste. Querido Carlos, descansa en paz, que si la muerte, como ya dijimos, es inevitable, los que quedan frente a la virtud de los hombres ejemplares", pueden rearmarse para vencerla a partir de la emoción y el sentimiento, con el supremo poder de la memoria.
