Memoriosos colegas profesionales recuerdan que en 1970, un intenso terremoto causó alarma en toda la costa del Pacífico de nuestro continente, y centralizado en la zona cordillerana central norte de Perú, provocó la muerte de 20.000 personas y la desaparición total de varios pueblos y aldeas.
Aquella dramática circunstancia, sin embargo, muy pocas veces logró ser titular principal de la tapa de nuestros diarios, que en esos momentos medían la importancia de sus noticias con parámetros estrictamente locales y con un fuerte e ineludible acento político-social: el secuestro y asesinato del general Pedro E. Aramburu.
¿Por qué esta referencia?. Simplemente para introducirnos en nuestra actualidad provincial.
Pasado mañana, domingo 29, se realizarán elecciones comunales en la vecina San Cosme, una conflictiva intendencia que en los últimos tiempos navegó entre conflicto y conflicto, sin poder retomar el camino de la normalidad institucional.
Esta noticia no se mide por la importancia del departamento, por la cantidad de habitantes y su incidencia en el total provincial, sino por parámetros que no tienen antecedentes ni estadísticas que la avalen. La relevancia de esta jornada comicial que se avecina es política, pues marcará una tendencia de la intención de voto del electorado, con respecto al cercano 2005, oportunidad en la que deberemos renovar las autoridades provinciales.
Pese a estas consideraciones (que los sancosmeños entenderán y sufiiran más que cualquier otro correntino) muy poco se habla al respecto y muy poco se escribe en ese sentido.
Salvo El Litoral que ha venido desplazando sus móviles hacia aquel destino, nadie se preocupa mucho por el tema. Y ésto, que no es una crítica a los otros medios sino solo el reflejo de la realidad, también es achacable a los partidos políticos interesados en esta pequeña batalla.
¿Por qué ocurre ésto?. Simplemente porque estamos obnubilados por las expectativas que marcan al 2005 como el año electoral por excelencia. Y en ese mismo marco, la fugaz visita del Presidente Kirchner a Corrientes, para anunciar las obras públicas que nos corresponden dentro del programa nacional, y no como aval para ningún partido, como pretendieron hacer aparecer algunos de los interesados, “ligeros” en el aprovechamiento de las oportunidades.
Lo del Presidente es importante, pero lo de San Cosme es más. Sin embargo, las evaluaciones fueron cambiadas.