Sintetizando al máximo: Malaquías nació en Irlanda en 1094, al comienzo del primer milenio de la cristiandad.Hizo allí estudios filosóficos, teológicos y también experiencias místicas al lado del asceta Imaro,quien con el obispo Celso promovieron a Malaquías al sacerdocio. Celso, al morir, lo designó su sucesor... y Malaquías fue así Obispo y luego Arzobispo de Irlanda, a los 30 años de edad. Los problemas religiosos y políticos de Irlanda durante su Arzobispado fueron cada vez más graves y complejos. Decidió entonces viajar a Roma para analizar con el Papa los problemas de su Diócesis.
Ese viaje lo realizó en 1139, y al pasar por Francia, se detuvo unos días en la Abadía de Clairvaux (Claraval), donde fue huésped de su amigo, el Abad San Bernardo.... prosiguiendo luego su viaje a Roma, donde fue recibido por el papa Inocencio II, quien aprobó su apostolado. Pero como los conflictos políticos de su Diócesis siguieron agravándose decidió hacer un segundo viaje a Roma para tratar con el papa Eugenio III, la mejor forma de resolverlos. Y así, en 1148. pasa nuevamente por Francia y visita la Abadía de Claraval, donde lo esperaba San Bernardo. Estando allí, enferma gravemente y al poco tiempo fallece en los brazos de San Bernardo, sin poder ver al Papa. Fue el 2 de noviembre de 1148. Cuentan sus biógrafos que durante su enfermedad profetizó el día de su muerte. A pedido del papa Eugenio III, San Bernardo escribió una biografía de San Malaquías, “donde cuenta sus milagros, la cura de enfermos, la resurrección de una mujer y el asombro por sus profecías y por todo tipo de milagros...”, pero en ninguna parte detalla de qué profecías se trata.
Aparecen “Las Profecías”. A fines del siglo XVI, o sea, 447 años después de la muerte de San Malaquías, aparecieron las “Profecías”. El asunto fue así. El monje benedictino Arnoldo de Wión, habiendo investigado la vida de todos los benedictinos que llegaron a altas dignidades eclesiásticas y a Sumos Pontífices, albiografiar al benedictino San Malaquías, dice lo siguiente: ...”San Malaquías escribió muy poco, sólo algunos opúsculos. Sólo conozco hasta hoy la obra de cierta profecía sobre los soberanos pontífices, y que como es pequeña dicto en la presente las mismas, dado que muchos hablan de ella,desean conocerla y estimo que no han sido publicadas nunca”. De esta manera la incluye en su obra titulada “Lignum Vitae” (Leño de la Vida), otros consignan “Arbor Vitae”, Arbol de la Vida), publicada en 1595.
Dicen algunos investigadores que San Malaquías las escribió en Roma en 1139 y que las presentó al papa Inocencio II,como un cuadro profético de la Sucesión de los Pontífices Romanos, etc.; según otros, Arnoldo Wión encontró esta Profecía en 1590, en un antiguo manuscrito atribuido a San Malaquías, en una biblioteca de San Benito de Mantua. De cómo pudo estar allí ese manuscrito, sigue siendo un misterio para los investigadores. Según otros, el autor de estas “supuestas” profecías sería el propio Wión, dado que nunca apareció “la fuerte”, o sea, el manuscrito original de donde él dice que “copió” las Profecías.
Basten estas breves referencias para situar a San Malaquías y su época, el discutido origen de sus profecías y las controversias de los investigadores que, pro ser muchos, aquí no se consignan. Las Profecías “transcriptas” por Wión consisten en 112 Lemas en latín, cada uno de 2, 3 o 4 palabras, de significados difíciles, cifrados, misteriosos. Comienza con el papa Celestino II, fallecido en 1143, cuyo Pontificado no alcanzó a 6 meses; era contemporáneo de Malaquías. A partir de él, con el lema o divisa “Ex Castro Tiberis” (de un castillo junto al Tiber), siguen todas las demás “divisas” aplicándose a los sucesivos Papas, hasta el Nº 110, le correspondió “De Labore Solis” (de los trabajos del Sol). De manera que, según San Malaquías, cuando la “fumata bianda” anuncie al mundo el advenimiento del nuevo Papa, también estará anunciando que con él finalizará el Papado, por lo menos en el sistema tradicional.
Después de consignar la divisa Nº 111, “De Gloria Olivae”, la “Profecía” finaliza así: “ Nº 112. In persecutione extrema Sagrae Romanae Ecclesiae sebedit Petrus Romanus, qui pascet oves in multis tribulationibus; quibus transactis, civitas septicollis diruetur: et Judex tremendus judicabit populum suum. Finis”. Traducción: “En la persecución última de la Santa Iglesia Romana ocupará la Sede un romano llamado Pedro, que apacentará a las ovejas en medio de grandes tribulaciones; pasadas las cuales, la ciudad de las siete colinas será destruída y el Juez tremendo juzgará a su pueblo. Fin”. (Otros traducen: “juzgará al mundo”). Muchos estudiosos e investigadores opinan que la “destrucción de Roma” podría significar que el Vaticano se disgregaría como Santa Sede, y que tampoco “el fin del mundo” sería real, sino el fin como centro del mundo cristiano.
En síntesis, en la actual espectación universal por quien será el nuevo Papa, también está San Malaquías que dice será el último de la serie de los Papas desde San Pedro, dado que desde él, ninguno se llamó Pedro. Así, una vez finalizado el período del “encasillado” en “De Gloria Olivae”, vendrá un Pedro final, Petrus Romanus, el misterioso “Pedro el Romano II”. Las presentes generaciones tendrán el privilegio de develar la verdad o la ficción de estas inquietantes “predicciones”.
Goya, Ctes. 15/Abril/2005