Al decir de Bauer, “esta sigue siendo una herida abierta que sólo se cicatriza generando reflexión y homenaje. Eso es lo que intenta rescatar el film”, remarcó el director durante la rueda de prensa que tuvo lugar en el hall del Colón minutos antes de la proyección.
“Corrientes tuvo una generosidad enorme con el país al acompañar el combate, que es el contexto de la película. Por eso quisimos traerla para que la puedan ver”, añadió el viejo camarógrafo que desde hace años intenta rescatar la memoria para que esta guerra no se pierda nuevamente, esta vez víctima de la indiferencia.
“Se trata de una historia dura y trágica pero que es necesario retomarla para poder avanzar. Parte de los relatos de un soldado, Edgardo Esteban, que narra las inquietudes que sentía cuando a sus 18 años tenía que combatir. A partir de allí se entrecruzan varias historias de los combatientes, que entretejen amistades durante el conflicto bélico. Son historias reales a partir de una construcción cinematográfica”, señaló el director.
El propio autor, Edgardo Esteban, que llegó a Corrientes para la presentación de la cinta, que se concretó a sala llena (de ex combatientes, periodistas e invitados especiales), rescató el valor testimonial de su libro, “nacido ante la necesidad de dejar escapar los fantasmas internos que acechaban siempre desde el final de la guerra”.
“Este libro fue una necesidad de decir lo que nos dijeron que calláramos“, resaltó el ex conscripto, devenido escritor, quien además, delante del selecto auditorio correntino, se comprometió a iniciar una cruzada nacional para que el próximo 2 de abril, el país entero rinda homenaje a sus héroes, a quienes nadie recibió en 1982.
El compromiso político, fuera de escena, está siempre presente. El propio Bauer opinó al respecto que “al saber que muchos ex combatientes se siguen suicidando en nuestro país y que la cifra llega a superar a los que murieron en la guerra, nos damos cuenta que Malvinas sigue siendo una herida abierta en todos los argentinos, y creo sólo se cicatriza generando reflexión y homenaje”.
“Esta película es justamente eso, un acto de reflexión sobre lo que sucedió realmente y un intento de homenaje hacia los que lucharon por defendernos”, terminó diciendo el también director de “Después de la Tormenta” (1991), “Cortázar” (1994) y “Los libros y la Noche” (1999).
UN TESTIMONIO
“Iluminados por el fuego”, protagonizada por Gastón Pauls y un selecto elenco conformado por Virginia Innocenti, Arturo Bonin, Pablo Ribba, César Albarracín, Victor Hugo Carrizo y Jaun Leyrado, fue la película más vista en sus primeros días de exhibición en Buenos Aires, con cerca de 47 mil espectadores.
La cinta narra los recuerdos de Esteban Leguizamón, un periodista de 40 años que en el 82, con sólo 18, fue llevado como muchos otros a combatir en Malvinas. Ahora, a partir del suicidio de uno de sus ex camaradas, se sumerge en los recuerdos de la guerra que compartió con otros dos jóvenes: Vargas -el suicida- y Juan Chamorro, un correntino muerto en combate.
A partir de esa historia, contada con maestría, se refleja el padecimiento de los muchachitos con hambre y frío que por amor a la Patria debieron soportar, como ahora, el maltrato de los propios antes que el del enemigo, ostensiblemente superior desde la génesis misma de la guerra.
Relata con detalles bien logrados, lo errático de una decisión tomada entre copas por militares en el ocaso de su gestión; los padecimientos innecesarios; la mentira oficial del “estamos ganando”; la fortaleza de los chicos, sus ilusiones, incluso a sabiendas de que en la línea de fuego se tuteaban con la muerte más que con la vida que anhelaban continuar.
Mueve la fibra intima del más duro y, tal vez por la cercanía, por la convivencia impersonal en la que se convirtió la relación con los héroes, asesta un golpe bajo que produce indignación y propone el renacimiento de un compromiso serio, sin demagogias... (E. O. L.)